Es el único equipo de las grandes ligas americanas, que no pertenece a un dueño multimillonario: su modelo de gestión es una de sus virtudes a la hora de competir todas las temporadas.
Cuando hablamos de franquicias de NFL, NBA, NHL o MLB, pensamos en multimillonarios como Robert Kraft, que posee los New England Patriots, y se estima que aportaría a su patrimonio, en caso de venderlo, 5.200 millones de dólares, o como Arthur Blank, con sus Atlanta Falcons y los 3.300 millones que generaría con su franquicia en una hipotética venta. Pero la realidad de Green Bay es diferente. El equipo de Wisconsin, es el único club de cualquiera de las ligas americanas que no tiene un dueño: pertenece únicamente a sus aficionados.
1923: Green Bay, Wisconsin. En un mundo que aún no conoce ni la penicilina ni la televisión, Earl ‘Curly’ Lambeau y George Whitney Calhoun están preocupados, y con razón, el equipo que fundaron hace apenas cuatro años en la redacción del diario local, el Green Bay Press-Gazette, está en serio riesgo de entrar en bancarrota.
Por suerte, a esta pareja de amigos se les ocurriría una idea que no sólo iba a salvar el opaco destino de esta franquicia estandarte del fútbol americano, sino que se convertiría en una de las características más excepcionales de la historia del deporte profesional.
¿Qué hubiera ocurrido en caso de que la vida de los Packers se esfumara en tan sólo un lustro? no tendríamos al equipo que más campeonatos ha conseguido (13 en total, contabilizando cuatro Super Bowls y nueve de la era previa). También nos hubiésemos quedado sin la mística de la última franquicia de ‘pueblo/mercado chico’ en la NFL, algo común en sus primeros años, pero ya no en nuestra época, en la que los poco más de 100,000 habitantes de Green Bay no hacen ni cosquillas a mercados como Los Ángeles o New York.
Con la crisis golpeando los bolsillos y la latente amenaza de desaparecer a este equipo emergente del Medio Oeste yanqui, a Lambeau y Calhoun, se les ocurrió la brillante idea de vender bonos del equipo entre miembros de la comunidad para solventar las deudas y evitar la quiebra, y hasta ese momento no les había ido mal. Según el sitio oficial de los Packers, hasta 2019, un total de 361,256 ciudadanos comunes y corrientes poseen 5,009,563 acciones de la franquicia. Sí, la gente es la dueña.
En lugar de tener como dueño a una persona en específico, a una sociedad o a una corporación, como en todos los demás casos, en Green Bay, su gente está por encima de toda pirámide.
¿CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA DE ACCIONES?
Los Packers son la única organización perteneciente a una liga mayor profesional estadounidense de carácter público, y sin fines de lucro. Las acciones y sus propietarios tienen una serie de peculiaridades dignas de destacar:
Con el fin de prevenir que alguien tome el control de la franquicia, ninguna persona puede tener más de 200,000 participaciones, lo que se traduce en cerca del 4% del total.
Aunque en efecto los fanáticos son ‘dueños’, los accionistas no tienen injerencia en las decisiones del equipo, siendo su título más bien honorario. aunque sí tienen obligaciones.
A pesar de que el club no fuerza su cumplimiento, los papeles dicen que los poseedores de franquicias NFL, no pueden criticar abiertamente a ningún otro equipo o empleado de la liga (referees, por ejemplo), tampoco pueden ser dueños de otros equipos en forma paralela, ni pueden apostar en los juegos. En caso de que el comisionado Roger Goodell los atrape en esta última, podría multarlos con hasta 5,000 dólares.
Profundizando un poco más en las particularidades de las acciones Packers, estas difieren del stock común, porque no pagan dividendos, ni otorgan privilegios en la compra de boletos de temporada, un punto álgido en la vida de los ‘cheeseheads’, y no pueden ser intercambiadas, aunque sí se permiten las transferencias entre familia inmediata (el caso de un padre que quiere que su hijo continúe con su valor accionario, por ejemplo).
Sobre este último punto, la única autorizada a recomprar, es la misma franquicia, que lo hace a una fracción del precio original.
Ser dueño de por lo menos una unidad de este stock, concede la invitación a la junta anual de accionistas, en la que sí hay derecho a voto, y merchandising exclusivo. Dos detalles de color: si no le es posible asistir a la reunión en persona, se puede acceder a la grabación completa mediante un ingreso privado en la página web oficial, y como la organización pública que es, Green Bay, es el único equipo que publica su balance financiero año tras año.
Green Bay Packers, es mucho más que el vigesimoquinto equipo más rico, es el conjunto más laureado, uno de los más competitivos y el que reside en la ciudad más pequeña de toda la NFL. La explicación a tanto éxito, se resume en su filosofía: no depender de un multimillonario que piense en su patrimonio.
Con esta sencilla fórmula, los Packers consiguen que sus aficionados (y accionistas) se dediquen cada temporada a hacer un equipo más competitivo. No tienen la necesidad de pensar en el marketing, o en si prescinden de un jugador, o cuánto dinero van a perder o ganar: tan solo miran por el equipo, y lo que necesita la plantilla para pelear por el título.