Las razones son varias, sobre todo si buscas ambientes relajados, destinos tranquilos, llenos de paz y armonía, donde la naturaleza forme parte del escenario; siendo así, Maní es para ti.
Maní se ubica a 100 kilómetros al sureste de Mérida, es un lugar en el que el visitante siente como si el tiempo se hubiese detenido, la lengua maya se encuentra en casi todos sus habitantes, quienes suelen llevar una vida tranquila, es conocido por la arquitectura reflejada en la iglesia y antiguo convento de San Miguel Arcángel, que data del siglo XVI, construida con las mismas piedras de los antiguos edificios mayas.
En Maní se vivió uno de los momentos más trágicos en la historia de los mayas, la quema de códices con explicaciones de historia y astronomía, así como de ídolos y símbolos religiosos. Este hecho conocido como “Auto (o Acto) de fe”, lo encabezó el franciscano Fray Diego de Landa como parte de las acciones para lograr la conversión del pueblo maya a las prácticas católicas. Tiempo después se arrepintió y se dedicó al estudio de la cultura maya y de esta forma poder rescatar una parte de la historia de los mayas, modo de vida y creencias religiosas.
Esta joya pequeña del sureste mexicano forma parte de la Ruta Puuc y de las aldeas mayas que hace tiempo reciben capacitación para brindar servicios turísticos a los visitantes, pero también para que continúen preservando sus tradiciones. Así que la experiencia en esta tierra será enriquecedora, llena de mucha tradición y cultura.
Mientras se camina por su Centro Histórico es curioso observar cómo la arquitectura construida durante el Virreinato se combina con las casas típicas de esta comunidad. Además, se halla un cenote en pleno corazón del municipio que sólo recibe visitas, porque está prohibido sumergirse en sus aguas color turquesa.
El Pueblo Mágico es muy famoso entre los yucatecos, porque —se dice— es el lugar donde mejor preparar el poc chuc, que dentro de la gastronomía del estado es uno de los platillos más representativos elaborado con carne de cerdo.
Para conocer su preparación, sólo hay que solicitar una visita con alguna de las cocineras tradicionales, quienes comparten anécdotas y preparan algunos guisados para conquistar tu paladar.
Aprovecha este tour culinario para conocer el meliponario U Nahil Yumkin, un espacio superespecial para aprender todo sobre las abejas meliponas, que son nativas de Yucatán; a pesar de producir poca miel, se dice que es de muy buena calidad.
Pero Maní también es famoso por la destreza de sus artesanos en el tema de bordados, que se pueden adquirir en su corredor artesanal Tutul Xiu, donde se ofrecen los mejores productos del arte popular de este destino, como blusas tradicionales, accesorios y souvenirs. Ya lo sabes, puede ser tu siguiente viaje, después de esta pandemia.