Es un mueble que no puede faltar y todo un clásico de la decoración, la cual cumple con una doble función, la estética y la funcionalidad.
En función del tamaño de la sala se debe escoger un tipo de mesa de centro u otro. Aunque tampoco se debe perder de vista otros aspectos como el material, el color y el diseño.
Antes que nada, conviene tener muy claro el estilo de nuestra mesa, que dependerá del resto de la decoración; es decir, se debe tener en cuenta si la sala es minimalista, rústica, clásica, contemporánea, vintage, etc.
Una tendencia que triunfa actualmente en interiorismo es la estética escandinava. Los países nórdicos nos inspiran con la belleza de sus líneas sencillas, sus materiales naturales y sus colores claros y luminosos.
Las tradicionales mesas redondas con patas finas aportan ligereza visual y armonía al ambiente. Mesas auxiliares increíblemente minimalistas y con una belleza atemporal que se adapta perfectamente a cualquier salón.
Otra tendencia que se impone son las formas geométricas. Las estructuras de este tipo triunfan tanto en muebles como en accesorios. Una mesa de centro con estructura geométrica en metal pone el toque trendy a la decoración del salón.
Para los salones modernos, nada mejor que optar por una mesa en color blanco y de estilo minimalista. Se llevan también las formas orgánicas que están inspiradas en la propia naturaleza y que aportan ligereza visual y cierta armonía a la decoración.
Las mesas con ruedas elaboradas en madera decapada y metal ponen el acento industrial al ambiente. Una tendencia que está cada vez más de moda y que encaja con muchos más estilos decorativos de los que imaginas.
Estas mesas suelen ser bastante bajas y su diseño tiene un punto fabril, inspirado en la estética de las antiguas fábricas y de los viejos talleres industriales. Un estilo que viste el salón con carácter y personalidad.
Para los amantes de los diseños más tradicionales, nada mejor que una mesa de centro de cristal que aportará luz al ambiente. Mientras que una mesa de madera maciza y aires clásicos es una opción que nunca pasa de moda.
La tendencia raw, que es madera en bruto, imita perfectamente las formas e imperfecciones de los troncos que podríamos encontrar perfectamente en cualquier frondoso bosque. Una gran elección para dar un toque rústico al salón.
Para los salones pequeños, nada mejor que combinar estilo y funcionalidad. Es decir, no hace falta escoger la tradicional mesa de centro para el salón ya que tenemos otras muchas opciones a nuestro alcance. Por ejemplo, un práctico puf o un baúl con espacio de almacenaje interior pueden servir como un asiento improvisado o bien como una decorativa mesa de centro que además ocupa muy poco espacio.