El ‘Árbol de la Vida’es, tradición y fantasía del barro; una preciosa creación de expertos artesanos mexicanos, que representa una mezcla de tradiciones locales con diversos elementos.
Ubicado en el estado de México, y famoso por sus Árboles de la Vida, Metepec es reconocido por su alfarería; es centro productor y comercializador de cerámicas y artesanías elaboradas por las manos de los metepetenses.
El ‘Árbol de la Vida’, es una elaborada artesanía mexicana que representa con gracia, los numerosos aspectos de tradición y espiritualidad de nuestra cultura, unido a aspectos tradicionales de carácter bíblico. Los ‘Árboles de la Vida’, son creados por maestros artesanos, usando como material principal; el barro, y decorados con pinturas de laca. La destreza artesanal del ‘Árbol de la Vida’, es admirada por su riqueza creativa y minuciosa atención a cada detalle; característica que hace de estos hermosos objetos, creaciones visualmente atractivas y cargadas de significado.
Esta tradición nació en los años 30, cuando un extranjero proveniente de Veracruz, traía consigo un sencillo ‘Árbol de la Vida’, con la finalidad de que algún alfarero lo reparara, y así llevarlo al templo de Santo Domingo, en la ciudad de Oaxaca.
Es entonces cuando la artesana Modesta Fernández, hizo el trabajo, y una vez terminado, ideó representar en un ‘Árbol de la Vida’, el edén, narrado en la Biblia con personajes como Adán, Eva y la serpiente; en medio del árbol del paraíso, que simulaba un candelabro de brazos. Con el tiempo, le fue agregando más elementos y colores.
Varios de los artesanos y familiares de Modesta, decidieron de esta forma, elaborar ‘Árboles de la Vida’, detallándolos y agregándoles color. Así es como la población adopta la artesanía, como símbolo de Metepec.
En la actualidad, se puede conseguir esta artesanía en numerosos lugares de la República Mexicana, principalmente en Metepec (Estado de México), Puebla y Oaxaca. Los temas e íconos que se presentan en cada ‘Árbol de la Vida’, varían de lugar a lugar, una particularidad que distingue a cada uno, como una pieza única y representativa de su origen.Existen dos presentaciones básicas del ‘Árbol de la Vida’, ya sea en el color natural del barro, o policromado con pinturas de laca. Hay árboles sencillos o muy complejos, unos tan pequeños que caben en la palma de la mano, o tan grandes, que pueden ser una pieza central en un vestíbulo.
Cada pequeña pieza que forma un ‘Árbol de la Vida’, es elaborada manualmente, y unida al tronco, con una masa de barro o estructura de alambre, para construir la obra completa.
Cada uno de los elementos, es pintado individualmente con los colores y técnicas de preferencia del artesano, es por este motivo que tienen un toque personal y único. La pieza completa es cocinada en un horno a baja temperatura, y finalmente será usada como ornamento en el pórtico de un jardín, admirada en un museo o comercializada en alguna tienda artesanal. La elaboración de estos árboles puede tardar, desde unas semanas, hasta varios años en obras monumentales.
Solo pocos artesanos se desvían del tema religioso tradicional, y se inclinan por temas más populares y actuales. En algunos talleres se cuenta con la opción de encargar un ‘Árbol de la Vida’, proporcionando así la alternativa de crear algo más personal y apegado a ciertas inquietudes.
El ‘Árbol de la Vida’, es una de las artesanías mexicanas más reconocidas a nivel mundial, siendo expuesto en diversos museos en Europa, Asia y Norteamérica, obteniendo importantes pedidos para su exportación a China, España, Alemania, Francia, Italia y Japón. Es una tradición que ha sido respetada y admirada durante mucho tiempo por conocedores nacionales y extranjeros; pero con la admiración viene la imitación, situación que ha puesto en peligro el trabajo artesanal, sustituyendo las obras tradicionales con imitaciones importadas. En el año 2009, el ‘Árbol de la Vida’ se convirtió en marca registrada, esto ayudó a fortalecer la importancia de mantener viva la tradición artesanal.
Ahora se trabaja para alcanzar la ‘Denominación de Origen’, distintivo que permitiría un mayor valor comercial a los ‘Árboles de la Vida’.
El ‘Árbol de la Vida’, es un símbolo lleno de riqueza, que transmite las creencias religiosas y las costumbres a través de una historia narrada con talento. Es un símbolo de unión y raíces fuertes, un perfecto obsequio para alguien que comienza una nueva etapa, como un matrimonio, o para uno mismo, recordándonos siempre nuestros orígenes y pasado.