Las minas ubicadas a 1,609 kilómetros de la ciudad rusa de Ekaterimburgo, albergan un río de color en sus paredes.
A 200 metros por debajo de la ciudad de Ekaterimburgo, en el centro-oeste de Rusia, se encuentran estas llamativas y surrealistas formaciones naturales, causadas por capas del mineral carnalita, el cual puede ser amarillo y blanco, o incluso rojo y azul.
Estas minas surrealistas, a 200 metros de profundidad, parecen haber sido diseñadas por Vincent Van Gogh, o haber sido hechas por una antigua civilización.
La carnalita de la abandonada mina de sal de Ekaterimburgo, dibuja ríos multicolor a través de sus ondulantes paredes. La mina, que tiene millones de años, fue creada cuando un mar salado se secó dejando atrás notables depósitos de minerales. Estos pasillos se encuentran ahora abandonados, y sólo se puede acceder a ellos con un permiso especial del gobierno ruso. El explorador Mikhail Mishainik, logró recorrer sus increíbles pasadizos para revelar las espectaculares imágenes de estas minas de sal.
Este puede ser un recorrido complejo, debido a que la garganta se reseca constantemente por las partículas de sal en el aire. Incluso por la oscuridad de sus túneles laberínticos puede ser fácil no encontrar el final de este pasaje psicodélico. Sin embargo, los patrones que se pueden observar a 650 pies de profundidad son un deleite visual.
Cuando creemos que la naturaleza ha rebasado los límites conocidos, llega con otro nuevo evento que nos demuestra que la belleza de este planeta está fuera de los límites.