El muralismo es uno de los géneros artísticos más distintivos de América Latina, representando temas como la revolución, la lucha de las clases y el hombre indígena de su época.
El muralismo mexicano tiene su origen en la Revolución Mexicana, paralelamente al movimiento de transformación en México, pero formalmente empezó en 1921 cuando José Vasconcellos comisionó a distintos artistas a pintar una serie de murales en las paredes de la Secretaría Nacional y la Escuela Nacional Preparatoria. El muralismo, sin embargo, no surgió en un vacío, de hecho tuvo como antecedente la fuerte necesidad de encontrar un mecanismo de expresión auténticamente nacional.
Es entonces que la Escuela Muralista Mexicana comienza adquirir prestigio internacional, no sólo por ser una corriente artística, sino por ser un movimiento social y político de resistencia e identidad, con imágenes a través de la diversidad de sus componentes estilísticos; entre sus miembros destacan como sus principales exponentes: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Más que sólo una corriente artística, el muralismo fue un movimiento social y político de resistencia e identidad nacional y uno de los logros más destacados del arte público del siglo XX.
Diego Rivera (1886-1957)
Originario de Guanajuato, considerado una de las figuras claves de la plástica mexicana del siglo XX. De 1896 a 1902 estudió en la academia de San Carlos y trabajando en su taller tiene influencia de José Guadalupe Posada. Estudió pintura en Europa a partir de 1907 y regresó a México en 1921 para integrarse con un estilo de formas planas, simplificadas y decorativas en el movimiento muralista que narra la historia social y política de México. Entre sus murales importantes se encuentran los del Palacio de las Cortes de Cuernavaca, los de Bellas Artes en la Ciudad de México, en Detroit Institute of Arts o el del Rockefeller Center de Nueva York, que es destruido antes de que lo acabe por tener un retrato de Lenin.
José Clemente Orozco (1883-1949)
Célebre muralista originario de Jalisco con formación como pintor autodidacta. Comienza su carrera a través del dibujo y la caricatura de tema social. Desde 1922 participa en México con Siqueiros y Rivera en los comienzos del movimiento muralista. Se traslada a vivir a EU en 1927 donde pinta importantes murales en diversas instituciones. Regresa en 1934 para seguir su movimiento con murales sobre temas mexicanos, pero sin el fuerte componente político de Rivera y Siqueiros. Uno de los más representativos es “Hombre de fuego”.
David Alfaro Siqueiros (1896-1974)
Originario de Chihuahua, con solidas convicciones políticas a favor del arte público y monumental. Sus pinturas murales exaltan la vida del pueblo con influencias surrealistas y expresionistas al servicio de un exaltado combate político que lo define. Entre ellas se destaca “La Marcha de la Humanidad” del Poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, que representa una gran metáfora sobre las luchas del hombre y la mujer a través de la historia; la búsqueda de una mejor sociedad para todos.