El Museo Olímpico y Paralímpico es un tributo a los juegos olímpicos y paralímpicos de los atletas de Estados Unidos. El edificio de 60.000 pies cuadrados diseñado por Diller Scofidio + Renfro, en colaboración con el arquitecto Anderson Mason Dale Architects, cuenta con galerías, un teatro de vanguardia, espacio para eventos y cafetería. 

Inspirado por la energía y la gracia de los atletas del equipo de EE.UU, y los valores inclusivos de la organización, la forma dinámica en espiral del edificio permite a los visitantes descender por las galerías en un camino continuo. Esta estructura organizativa principal permite que el museo se ubique entre los centros más accesibles del mundo, lo que garantiza que los visitantes con y sin discapacidades puedan compartir sin problemas la misma experiencia.

Un tragaluz ilumina el atrio de 40 pies de altura, mientras que las pantallas perforadas de yeso reforzado con fibra de vidrio, brindan vistas desde el vestíbulo. Cuatro balcones a diferentes alturas con vistas al atrio reorientan a los visitantes hacia este espacio central mientras se mueven por las galerías.

Las galerías fueron diseñadas como pétalos superpuestos que envuelven el atrio central. La iluminación del triforio en las uniones entre estos pétalos proporciona una luz suave que emana del atrio central y que termina en las ventanas verticales dispuestas en el perímetro del edificio. Esta estrategia de iluminación sirve también como orientación, dirigiendo a los visitantes hacia el atrio y ubicándolos a lo largo de una trayectoria que se mueve a través de las galerías. Las instalaciones son exhibiciones interactivas inmersivas diseñadas por Gallagher Associates. 

Desde las primeras etapas de diseño, el equipo consultó a un comité de atletas paralímpicos y personas con movilidad reducida para asegurarse de que, desde la entrada hasta la salida, todos los visitantes pudieran recorrer las instalaciones y compartir un camino común. Después de haber sido orientados, todos los visitantes suben al piso superior en ascensor. Las rampas guían a los visitantes por un camino de circulación cuesta abajo de pendiente suave que permite un movimiento más fácil. Las rampas se han ampliado para acomodar el movimiento de dos visitantes, incluida una silla de ruedas.

Más allá de garantizar que se cumplieran rigurosamente todos los requisitos del código y de la ADA, los detalles del material, incluidas las barandillas de vidrio en el atrio para una visibilidad a baja altura, los protectores de caña integrados en los bancos, los pisos lisos para facilitar el movimiento de la silla de ruedas y los asientos sueltos en el café optimizan la experiencia compartida.