La Torre Nakagin, ubicada en el distrito de Ginza en Tokio, es una estructura emblemática de la arquitectura japonesa de la década de 1970. Construida en 1972 por el arquitecto Kisho Kurokawa, la torre es un edificio de apartamentos de 13 pisos que cuenta con una estructura de cápsulas prefabricadas.

Las cápsulas son unidades habitacionales de 2,3 x 3,8 metros, diseñadas para ser fácilmente desmontables y reemplazables.

Cada cápsula incluye una pequeña cocina, un baño y una cama, y se puede acceder a ella a través de una escalera metálica en espiral en el exterior del edificio.

El concepto detrás de la torre Nakagin era ofrecer una alternativa asequible y eficiente para la vida urbana, en un momento en que el espacio en las ciudades japonesas era cada vez más escaso y costoso. El diseño modular y prefabricado de las cápsulas permitía unrápidoensamblajeyreemplazo,

lo que facilitaba la actualización de las unidades individuales.
Sin embargo, a medida que pasaron los años, el mantenimiento de la Torre Nakagin se convirtió en un desafío cada vez mayor.

Los residentes originales abandonaron las cápsulas y las unidades restantes se convirtieron en almacenes o espacios de almacenamiento, lo que resultó en la acumulación de basura y la falta de mantenimiento adecuado.

A pesar de esto, la Torre Nakagin sigue siendo un hito arquitectónico y un recordatorio de la creatividadylainnovaciónenlaarquitectura japonesa. En 2007, se propuso un proyecto de restauración para la torre, con la esperanza de restaurarla a su estado original y revitalizarla como una atracción turística. Sin embargo, el proyecto nunca se llevó a cabo y la Torre Nakagin sigue siendo un símbolo de la arquitectura experimental de los años 70 en Japón.

En 2021, el edificio Nakagin Capsule Tower fue vendido a un grupo de empresas inmobiliarias conocido como Capusule Tower Building (CTB) después de que los propietarios lo aceptaran nuevamente para la venta.

A pesar de los esfuerzos de los conservacionistas, incluido el arquitecto Kurokawa antes de su muerte en 2007, para salvar el edificio y protegerlo como un ejemplo del patrimonio arquitectónico de Japón, la estructura se enfrentó a la demolición. El movimiento Metabolismo, del que la

Nakagin Capsule Tower fue un ejemplo importante, resultó influyente, pero pocas de sus propuestas se llevaron a cabo, lo que convierte a la torre en un raro ejemplo vivo de la filosofía del grupo.

El Proyecto de Preservación y Regeneración del Edificio de la Nagakin Capsule Tower, la organización detrás de la campaña de conservación, solicitó a las autoridades de la ciudad que intervinieran y consideró buscar el estatus de protección de la Unesco, pero ninguna de las iniciativas tuvo éxito. Según Tatsuyuki Maeda, miembro del proyecto que adquirió 15 de las cápsulas entre 2010 y la venta del edificio el año pasado, la torre será demolida a pesar de lo esfuerzos por salvarla.

En resumen, la Torre Nakagin es un ejemplo de cómo la arquitectura puede abordar los desafíos urbanos y proporcionar soluciones innovadoras a los problemas de espacio y vivienda. A pesar de los problemas actuales de la torre, su diseño y legado continúan inspirando a los arquitectos y urbanistas en todo el mundo.