¿Se imagina poder guardar sus recuerdos en una computadora y verlos cuando quiera? ¿O incluso ‘descargarlos’ en otro cuerpo? Eso y más quiere Elon Musk.
Ese es el futuro que se imagina el emprendedor multimillonario Elon Musk y que podría facilitar la tecnología que desarrolla su ‘start-up’ de neurociencia, ‘Neuralink’. Musk reveló un avance de la compañía en su ambiciosa búsqueda por otorgar a los seres humanos ‘súper poderes’.
Se trata de un cerdo que ha tenido implantado un chip en su cerebro del tamaño de una moneda durante dos meses y que está conectado con una computadora. La firma busca implantar este tipo de dispositivo en el órgano más complejo del ser humano, para ayudar a curar enfermedades como el alzheimer o permitir que personas con enfermedades neurológicas controlen teléfonos u ordenadores con la mente.
No obstante, la mayor ambición de la compañía, cofundada por Musk en 2016 y con sede en San Francisco, se centra en abrir la puerta a lo que Musk denomina ‘cognición súper humana’. Las personas necesitan fundirse con la inteligencia artificial (IA), sostiene el empresario, en parte para evitar un escenario en el que la inteligencia artificial se convierta en algo tan poderoso que destruya a la raza humana.
Musk describió el sensor de ‘Neuralink’, de aproximadamente unos 8 milímetros de diámetro (más pequeño que la yema de un dedo), como un ‘Fitbit en su cráneo con pequeños cables’. El aparato desarrollado por la compañía consiste en una pequeña sonda que contiene más de 3.000 electrodos conectados a hilos flexibles y más finos que un pelo humano, que pueden monitorear la actividad de 1.000 neuronas cerebrales.
El empresario mostró el robot con el que la compañía introduce esos hilos en las áreas del cerebro que son responsables de las funciones motoras y sensoriales, mientras el receptor está bajo anestesia local.
El emprendedor presentó lo que describió como ‘una demostración de tres cerdos pequeños’, entre ellos, ‘Gertrude’, el animal que lleva dos meses con el chip implantado en la parte del cerebro que controla el hocico. Musk mostró al público cómo un computador mostraba la actividad cerebral del animal conectando con el dispositivo. El aparato se puede retirar, precisó Musk, poniendo como ejemplo a otro cerdo, ‘Dorothy’, al que le hicieron el implante y se lo retiraron posteriormente. ‘Todos ellos están sanos, felices y sin diferencias con un cerdo normal’, subrayó.
En el último avance difundido, la empresa aseguró que había hecho pruebas con un mono, que había sido capaz de controlar una computador con su cerebro. Otros expertos ajenos a la empresa citados también alabaron los avances de Musk, si bien pidieron cautela, considerando que se necesitan estudios de mayor duración para determinar la durabilidad del aparato y sus consecuencias.
Sin embargo, Musk pareció retractarse sobre los plazos de las pruebas con seres humanos, que anteriormente había dicho que comenzarían a realizarse este año.