Una propuesta sobria que no revela al exterior la magia que esconde y se experimenta al atravesar el umbral bajo el consentimiento previo de sus inquilinos.
La vivienda se pensó como un gran bloque ciego hacia la calle, que brinda privacidad y causa intriga al no mostrar hacia el exterior, intención alguna de protagonismo.
Lo que se alcanza a ver desde afuera es la presencia de un gran árbol, que se articula al espacio principal que es el comedor a doble altura en el cual las escaleras voladas son las protagonistas. Razón por la cual, este espacio vive en tensión, entre el gran árbol (Álamo) en un extremo y el family room (planta alta) en el otro.
Los cambios de escalas se van dando de manera progresiva. Responden al nivel de intimidad con el que se topa el usuario. Desde la calle, el acceso no es franco, se ‘esconde’ de manera lateral, se comprime a una altura baja, como haciendo un ademán de respeto, luego cambia al abrir la puerta y encontrar el patio con el gran árbol, al final se desborda al conocer la doble altura.
Para enfatizar la relación entre el interior y el exterior, un muro de piedra ‘bola’ inspirado en las albarradas tradicionales, recorre de norte a sur el proyecto, comenzando en el Álamo y rematando en el Usos múltiples (a veces área de ejercicio, otras tantas cuarto de juegos) y la alberca.
La paleta de colores muy sencilla: muros de aplanado con acabado chukum, otros en color blanco, acero y aluminio matizados en negro, madera en pisos, muros y plafones, piedra rústica en los planos verticales y pulida en los horizontales, y para rematar el verde de la vegetación que inunda la casa y sirve de remates y respiros de varios espacios.
El programa arquitectónico plantea el área pública en la planta baja y lo privado en la planta alta. Los espacios sociales (comedor, sala, terraza) se apoyan en un bloque de servicios que mira al poniente (cocina, cuarto de lavado, bodega, garaje) así mismo, en este nivel se encuentran en extremos opuestos dos áreas comodín, que pueden jugar como públicas o privadas dependiendo las circunstancias (recámara de visitas/ estudio, gym /cuarto de juegos).
La planta alta aloja las habitaciones, se decidió hacer una de mayor tamaño para que las dos hijas compartan, el hijo mayor en una sola, ambas con su baño / vestidor y la pareja de amigos, con un esquema de baño con funciones separadas y un vestidor de mayor tamaño.
El family room / estudio, precede a la recámara principal y se vuelve un punto focal y de control visual hacia el resto de la casa.
En este mismo nivel, aislado de la vida familiar y con acceso independiente, está el cuarto de servicio con baño y clóset.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Casa ABC Arquitecto: Roberto Ramírez Pizarro + Alejandra y Xavier Abreu Sacramento|R79 + AS Arquitectura Fotografía: Sergio Ríos Pech Paisajismo: Servijardines| Roger Evia Gzalez. Mobiliario: Auna, Quartto Home, Otoch