Un terreno irregular descendente dicta el distintivo programa de esta residencia, desarrollada en tres niveles.
El acceso se ubica en el nivel intermedio, el cual recibe al usuario con un espejo de agua y una cochera para 5 autos. Al interior se encuentran distintas áreas sociales en dos volúmenes. El primero contiene el recibidor, el desayunador, así como la cocina y áreas de servicio, el cual es intersectado por un segundo volumen en un ángulo oblicuo, donde se alberga la sala, el comedor y el bar.
Los espacios públicos continúan en el nivel inferior, con un gimnasio, un home theater y una recámara de huéspedes. El nivel superior contiene las áreas privadas: cuatro habitaciones, cada una con baño y vestidor, y una estancia familiar.
En el exterior, en la parte más baja del terreno, se encuentra un gran jardín, con un área social techada y una piscina. Desde aquí se aprecia la composición volumétrica de la casa, la cual consiste en tres prismas rectangulares, que, al desfasarse y rotarse, crean proyecciones y balcones en los niveles superiores.
Nuestro proyecto busca hacer énfasis en el contraste de los diversos materiales, destacando principalmente el porcelanato negro utilizado en los volúmenes superior e inferior, los cuales se encuentran separados por un volumen intermedio, hecho en concreto blanco aparente.
Se optó por dicho porcelanato tecnológico debido a su apariencia y a su bajo mantenimiento. Así mismo, buscando una mayor eficiencia energética, su montaje es a base de un sistema de fachada ventilada, lo que denota el enfoque sustentable de este proyecto.
En la paleta de acabados se utilizaron materiales como: concreto blanco, porcelanato, granito negro, mármol silver y carpintería de nogal. Siguiendo la pauta del exterior, en los interiores predominan colores contrastantes tales como la pintura blanca en muros y el uso de mármol gris en diversas superficies, lo que garantiza un ambiente contemporáneo sin restarle calidez a la residencia.