El predio cuenta con un área de 4,000 m² y tiene unas vistas excepcionales de El Peñón, una espectacular formación rocosa hacia la cual se orientan todas las áreas de la casa.
El proyecto cuenta con el programa de una residencia completa, el cual incluye tres recámaras, sala formal, comedor, bar y cocina abierta, además de una amplia terraza con un jacuzzi y un asador para cocinar al aire libre. Aunado a esto, el proyecto se complementa con un departamento de 160 m² con acceso independiente, el cual también incluye tres recámaras, sus propias áreas sociales y servicios completos.
En el jardín principal, al cual se integra el departamento antes mencionado por medio de grandes ventanales corredizos, se encuentra un fogatero, perfecto para la conversación y la convivencia familiar. Al final del jardín, se encuentran dos pequeños búngalos para invitados, así como una pequeña capilla al aire libre, pensada para la oración y el recogimiento, o incluso para pequeñas celebraciones religiosas. Dicha capilla está totalmente integrada al entorno natural, el cual por su magnificencia le confiere un carácter aún más espiritual.
El proyecto de paisaje pretende restaurar la vegetación natural preexistente integrando diversas especies de pastos y arbustos comunes en estas áreas montañosas, respetando todos los pinos, y un gran número de los cedros existentes en el predio y reforestando con variedades de encinos y otros árboles nativos. Finalmente, los búngalos están cubiertos totalmente con vegetación, a fin de mimetizarlos con el paisaje y reducir su impacto visual en el entorno.