La orientación en estos climas fue de suma importancia, por lo que la casa se orientó al norte franco.
La fachada norte, es la más larga y no recibe asoleamiento directo en ningún momento del día haciendo que la casa sea fresca y bien ventilada. El patio goza de la sobra que ejerce el propio volumen de la casa por lo que la familia pasa gran parte del día en la terraza y las áreas públicas frescas.
Los sistemas de enfriamiento son pasivos (ventilación cruzada y sombras) teniendo ayuda de aires acondicionados de tecnología inverter que funcionan 100% con paneles solares.
El diseño de interiores parte de una visión ecológica dando prioridad a la máxima convivencia familiar. La sala comedor se diseñó como el espacio central de las actividades diarias y se enmarca con una doble altura acentuada con una biblioteca de doble altura. Los grandes ventanales invitan el paso hacia el gran jardín, que alberga vegetación selvática propia del estado de Tabasco.
Todos los materiales constructivos se convirtieron en acabados aparentes, las losas estructurales se pulieron, la cimbra fue la materia prima para las carpinterías y las varillas de acero corrugado son los tensores que cargan la escalera en cantiliver.
Finalmente, la cocina se fabricó con plástico reciclado de 3,000 botellas de detergentes y demás productos industriales.