Vista Clara es un proyecto desplantado sobre la superficie de un terreno rectangular con una pendiente negativa hacia el campo de Golf.
El principal reto fue jugar con los basamentos y niveles de la casa para respetar las alturas permitidas en el fraccionamiento y lograr las mejores vistas en las zonas sociales y privadas del proyecto. La configuración de la casa exigía lograr dobles alturas y grandes volados teniendo gran complejidad en la estructuración debido a que el diseño se concebía lo más limpio y amplio en los espacios interiores. En la volumetría exterior se juega con geometrías sencillas que se fueran interceptando, logrando un juego de alturas, ángulos; pero detonando los espacios principales de la casa.
Los recubrimientos en madera buscan dar calidez a las fachadas en sus diferentes configuraciones, rompiendo con la homogeneidad.
El contraste de las piedras naturales generan sobriedad con texturas ligeras, respetando una gama de colores grises y negros; sin embargo, cada elemento detona su recubrimiento sin competir en una armonía elegante. Los colores verdes implementados en la naturaleza y paisajismo, buscan sobresalir y resaltar, dando vitalidad al proyecto en su exterior.
El elemento principal es el agua, la cual, nace desde el acceso principal exterior y se adentra al interior de la casa, siendo un ojo de agua el corazón central de la casa y de la cual determina las principales vistas del interior hacia el exterior. el núcleo de agua central vestibula los espacios sociales y corredores principales perimetrales a él.
El núcleo genera un vacío en el exterior, creando dobles alturas translúcidas hacia el eje central del proyecto, bañando de luz totalmente el interior del proyecto. Las cascadas generadas en el recorrido de los espejos de agua, crean movimientos sutiles y dirigen el agua hacia puntos estratégicos destinados a espacios íntimos, llevando su cauce sobre muros llorones hacia los sótanos y niveles bajos con respecto al nivel de calle como el estudio y spa.
En la fachada posterior, se genera el último espacio con agua, terminando el gran recorrido desde el acceso principal, hasta el final de la casa, sobre un gran espejo de agua flotante, recibido por una espectacular obra de arte. Los elementos naturales como: piedra, madera y agua; son los protagonistas que visten la monumental volumetría.
La luz es la esencia del proyecto transformando el interior en dos espacios totalmente diferentes en el día y noche. Los vanos amplios, limpios y con dobles alturas, capturan la luz natural en el día, logrando ventilar e iluminar cada espacio sobre una gama de colores oscuros.
Por la noche, los espacios se van convirtiendo en un juego de luces indirectas y puntuales sobre elementos decorativos que exaltan su belleza. Los vanos ahora se convierten en grandes pantallas hacia el exterior, logrando contemplar la vitalidad del interior, creando ambientes confortables con el juego de luces cálidas, invitando a descubrir el diseño en cada espacio. El diseño de iluminación exterior, busca bañar de luz los volúmenes principales del proyecto, resaltando las texturas naturales de los recubrimientos. Sin embargo, en el interior, la luz indirecta dirige los diferentes recorridos sobre los corredores hacia los espacios de la casa, creando ambientes acogedores y cálidos, en contraste con la frialdad de los colores grises y oscuros de los materiales. Los colores vivos destacarán puntualmente sobre la sobriedad en elementos decorativos como obras de arte, telas o decoración pensada y diseñada para cada espacio.
La selección de materiales en el interior, fueron pensados para realizar una fusión de brillos y reflexiones sobre cada superficie, en su mayoría oscura, pero resaltando y diferenciando cada uno de los materiales sobre los elementos rústicos, rugosos y crudos, para destacar su esencia y belleza.