Este proyecto tuvo una petición muy especial: minimalista, con pocas combinaciones en el uso de materiales con pocas combinaciones en el uso de materiales.
Ese fue el reto, ya que el diseño espacial del departamento en obra negra, más que un espacio arquitectónicamente atractivo, fue diseñado para contemplar las vistas hacia la Sierra Madre Oriental y no para el manejo espacial minimalista.
Es por eso que se resolvió como provocar una experiencia interior, envolvente y atractiva con pocos elementos. El ingreso principal al departamento, es mediante dos elevadores directos a un recibidor sencillo donde se encuentra un Buda, una larga blanca de Marcel Wanders Y una mesa de Christian Mohamed, ambas by Roche Bobois. Éstos elementos dan la espalda a la hermosa montaña y están colocados sobre el dibujo en cruz de la duela de gran formato. El granito Matrix recubre los muros negros de estos elevadores y color negro el techo a todo lo largo del pasillo del lado derecho, provocando en la primera impresión envolvente. Perfecto lo hace el plafón de madera hacia el área social que remata en una escultura.
El departamento consta de recibidor, baño de visitas, comedor, sala, biblioteca, área de juegos y oficina. Tres recámaras completas con baño y vestidor, área de estancia familiar y la recámara principal con su recámara de TV. Además de sus áreas de servicio convencionales.
La distribución original se modificó en diferentes áreas: la entrada de servicio daba directamente a la lavandería, quedando ahora directo a la cocina en forma de un pasillo largo y funcional, junto con su antecomedor. Se reubicó todo el área de servicio de forma más privada y eficiente. En el área del comedor se creó un pasillo aledaño para ingresar de las recámaras directamente a la cocina, sin el paso forzado por el comedor. El área de la sala, se dividió con un muro para ubicar una oficina aprovechando la hermosa vista, diseñada especialmente para cumplir con las necesidades del cliente: libreros con puertas que se ocultan lateralmente, para guardar las carpetas de controles.
La recámara principal se dividió en dos áreas: una zona íntima de TV como ante recámara y la zona de dormir, donde el respaldo de la cama se diseñó con espejos filtra sol en formatos rectangulares contenidos en ángulos de acero, intercalado el acabado de los mismos, brillantes y opacos, con el objeto de reflejar la vista de la ciudad iluminada en la noche y los opacos, brindando decoro. El baño principal se redistribuyó en una gran zona de lavabos y tocador. El área del clóset vestidor estaba originalmente dividida en dos accesos independientes obstruyendo la vista a la montaña, se rediseñó el espacio integrado y luminoso. El ingreso a la recámara principal tiene un pequeño vestíbulo con un mueble sencillo de colores negros y grises claros y una mesa pequeña hacia la vista de una terraza íntima.
La sala principal es un área grande y continúa a la gran terraza que consta de asador, comedor y sala exterior. El mobiliario elegido fue de estilo europeo-contemporáneo. Además se incorporó la colección privada de arte del cliente la cual cuenta con obras de Leonora Carrington, Renoir, Morales, Botero, entre otras.