Lo construido no llenaba las necesidades del cliente, ni su gusto, así que se toma la decisión de demoler lo existente.

La historia de este Penthouse comienza, cuando la cliente adquiere el espacio que acababa de ser intervenido, pero no se pudo ocupar y terminó vendiéndose.

Ya involucrados en el proyecto de acuerdo a los nuevos requerimientos, el elemento crucial era la ubicación y solución espacial de la escalera. Por un lado, que fuera viable sin afectar las instalaciones sanitarias, además de estructuralmente, y que también se acomoda a la disposición espacial del progama de necesidades.

El partido general, para el estilo de la vida buscada por la cliente con una hija y un hijo, ya jóvenes trabajando, era aprovechar la gran altura de doble piso, para ubicar el área superior para los hijos y ella vivir abajo, cada piso con su área social independiente. El área social de arriba con un balconado hacia la sala del área de abajo, aprovechando la sensación de gran espacio y la vista a un ventanal con la doble altura.

Así dispuestos los generales de ubicación espacial, abajo quedaron las áreas de un vestíbulo, sala, comedor, rincón con mesa de juego-bar, sala de televisión y la escalera todo un gran espacio abierto. Ayuda a definir los diferentes ambientes, las circulaciones entre ellos. Éste era algo que nuestro cliente quería, para vivir ese gran espacio todos los días, y que a la vez resultara idóneo para las reuniones sociales.

El resto de este piso, son el área íntima que es la amplia recámara con su vestidor y baño, el área íntima que es la amplia recámara con su vestidor y baño, el área de servicio que comprende la cocina con una mesa antecomedor integrada, despensa y lavandería.

En el segundo piso se encuentra el área social mencionado, con un bar de servicio, todo comunicado a una terraza que tiene un buen asador de carne, con área para comedor y sillones, ideal para reuniones familiares o de amigos.

En cuestión de estilo y acabados, afortundamente no había límites por parte del cliente y la intención era la de crear un espacio sofisticado y cosmopolita, fluido y a la vez funcional.

Se escogieron muy diversos acabados y texturas en los muros con próposito de dar una diferente personalidad e interés a cada área, sin olvidar, por supuesto, que todas estas superficies recubiertas armonizaran entre sí, y otorgar a la atmósfera final un sentido de unidad. El reto no fue fácil, había que escoger y compaginar texturas, materiales, brillos, sensaciones.

El punto de partida para la paleta de tonos y colores, fue una imagen que congujaba los grises acerados, maderas cálidas, ocres dorados y acentos oscuros.

El ocre dorado, lo proporcionó un mármol de origen español llamado ‘Amarillo Mares’, que es básicamente ese color, con ligeros matices al gris, y ligeras venas en rojo quemado y algunas en blanco; se utilizó en toda el área social del primer piso. Para las recámaras principal y las del piso de arriba, se dispuso una duela en un gris oscuro, con ciertos brillos hacia los oros.

De los detalles a destacar, es la escalera que se percibe al fondo del espacio social al entrar; la perspectiva justa para capturarla en su totalidad. Es una escalera continua y a la vez flotada de planta en ‘U’, toda soportada solamente en dos muros, el tercer lado deja ver su dibujo serpenteante abierto a los espacios.

Se pueden encontrar detalles de diseño en todos los espacios y rincones, como en el candil del comedor, donde se escogió un candil formado de alambres de latón formando el esqueleto de una gran semilla con pequeños luminarios.

Todo el amueblado fue diseñado y escogido para armonizar sutilmente con el ambiente, dejando que la colección de arte de la cliente luciera en todo su esplendor.