Expertos hacen un llamado a su conservación, pues está en peligro debido a su captura para la venta de carne y elaboración de medicina tradicional china.
Los Pangolines son unos curiosos animales con aspecto de oso hormiguero, con el cuerpo cubierto de grandes escamas, habitan las zonas tropicales de Asia y de África. Hace años se encuentran en riesgo, debido a que sus escamas atribuyen propiedades medicinales y su carne es considerada una delicia en China.
Este animal, que para muchos parece una alcachofa con patas y cola, está recubierto de escamas que le sirven como una armadura contra los predadores naturales, pero no contra los cazadores furtivos.
Actualmente, y por desgracia para estos animales, la carne y escamas del Pangolín son más solicitadas, incluso que el marfil de los Elefantes. A esto hay que sumarle que los Pangolines se reproducen lentamente, pues la hembra suele parir una sola cría y a menudo no sobreviven en cautividad.
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las ocho subespecies de Pangolines existentes en el mundo se en cuentran en peligro de extinción.
Según el grupo especializado en el Pangolín creado en Londres por la Sociedad de Zoología, éste actualmente es la mayor víctima del comercio ilegal de mamíferos en todo el mundo, y se calcula que en los últimos diez años, más de un millón de ejemplares han sido capturados y sacados de su hábitat. A pesar de que existe una prohibición para el comercio de Pangolines salvajes en Asia, la caza furtiva y el tráfico ilegal de éstos, es floreciente. Los consumidores son capaces de pagar fortunas por la carne de Pangolín, que se sirve como una exquisitez en los grandes banquetes en Asia.
La mayoría tiene hábitos nocturnos y songrandes nadadores. Se alimentan de insectos, principalmente de hormigas, termitas y larvas; utilizando sus poderosas garras para excavar o abrir troncos en busca de su alimento.
Los Pangolines tienen una visión muy limitada por lo que se valen de otros sentidos como el olfato y el oído para encontrar comida. No cuentan con dientes, así que utilizan su larga y pegajosa lengua para recoger su alimento. La cual puede llegar a ser mas larga que su cuerpo. Llevan a sus hijos en la cola y cuando sienten peligro se enrollan alrededor de ellos para protegerlos. Usan su cola para colgarse de las ramas de los árboles o para estirarse y alcanzar nidos de hormigas. El Pangolín puede pesar entre 2 y 35 kg y mide entre 30 y 80 cm. El que alcanza ese peso máximo es el gigante, que mide algo como 1.5 m.
El famoso buscador Google suele decorar las letras de su logo para celebrar los aniversarios de personajes célebres o fechas claves en el mundo de la ciencia o la cultura, el año pasado le dedicó al Pangolín el día de San Valentín, para que las personas puedan aprender también acerca de estos curiosos animales que están en peligro de extinción.
Creó un mini juego y uno de los ‘doodles’ más complejos que ha hecho hasta el momento, que le tomó casi un año en terminar.