Es tan preocupante la situación del agua que se estima que 4 de cada 10 sufrirían sed para el 2030, en resumen el déficit del agua llegaría al 40%.
Diez presidentes y primeros ministros colaborarán para resolver la creciente crisis mundial del agua mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que el planeta podría sufrir un déficit de 40% en la disponibilidad de ese elemento para 2030.
A pesar de los avances, al menos 663 millones de personas aún no tienen acceso al agua potable. La ONU prevé que en el futuro aproximadamente 1.800 millones de personas, de una población mundial superior a los 7.000 millones, vivirán en países o regiones con escasez de hídrica.
Varios factores agravan la crisis actual, como el cambio climático, que desencadena sequías, y los conflictos militares, en los que se utiliza el agua como arma de guerra en varias zonas, incluidas Iraq, Siria y Yemen.
La lista de mandatarios en el organismo se completa con los primeros ministros Malcolm Turnbull, de Australia, Sheikh Hasina, de Bangladesh, Mark Rutte, de Holanda, y Abdullah Ensour, de Jordania, junto con los presidentes János Áder, de Hungría, Macky Sall, de Senegal, Jacob Zuma, de Sudáfrica, y Emomali Rahmon, de Tayikistán.
Los líderes mundiales celebraron una reunión cumbre en septiembre para adoptar la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015 de la ONU, y aprobaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen la eliminación de la pobreza extrema y el hambre y el suministro de agua potable a cada habitante del planeta para 2030.
En la actualidad se estima que casi 2.000 millones de personas beben agua que podría estar contaminada. Unicef y otras organizaciones deberán redoblar sus esfuerzos para mejorar el acceso de las personas a los retretes.
Una estrategia que resultó prometedora son las asociaciones entre organismos públicos (APP). En contraste con la privatización, que coloca las necesidades públicas en manos de las corporaciones con fines de lucro, las APP reúnen a funcionarios públicos, trabajadores y comunidades para ofrecer un servicio mejor y más eficiente.
Las APP permiten que dos o más empresas públicas de agua u organizaciones no gubernamentales sumen sus fuerzas y aprovechen sus capacidades compartidas, lo que les permite aunar sus recursos, poder de compra y conocimientos técnicos.
Entonces nos queda claro que la potabilidad del agua está en riesgo todos los días debido a la falta de saneamiento, algo muy extendido en muchos países.