Utilizados para cubrir los caminos, senderos y rampas del jardín, los pavimentos drenantes evitan las caídas, ya que son más firmes, seguros y antideslizantes.
Con la llegada del buen tiempo el jardín se convierte en una de las zonas más usadas de la casa. Sabiendo que los niños andarán corriendo de esquina a esquina, es recomendable conocer qué pavimentos absorben el agua, ya que utilizándolos evitaremos resbalones.
Económicos, ecológicos, resistentes y decorativos, con el aspecto de un suelo de interior, los pavimentos drenantes son capaces de evacuar y almacenar las aguas de lluvia para su reutilización posterior. Fabricados con áridos, resinas y elastómeros, este tipo de suelos son muy útiles para pavimentar, entre otras, las zonas de paso entre el jardín y la vivienda.
El pavimento drenante está compuesto por una capa rígida de áridos, resinas y elastómeros (elementos elásticos capaces de absorber y amortiguar fuerzas) de caucho o poliuretano, que se pueden mezclar con cuarzo coloreado, grava, cortezas vegetales, etc. El resultado es un producto resistente y decorativo, que permite el drenaje del agua desde la superficie hasta la base.
Algunos suelos drenantes son especialmente antideslizantes. Existen muchos pavimentos drenantes de diferentes precios y con diferentes estilos decorativos. Pueden incluso dar aspecto de suelo de interior.
Los pavimentos drenantes también evitan la evapo-transpiración, lo que unido a su capacidad de almacenar y reutilizar el agua recogida posibilita el ahorro de hasta un 75% del agua destinada al riego.
A la hora del mantenimiento, tenemos que saber que este tipo de suelo no se puede pintar ni barnizar. Tampoco es recomendable aplicar por encima algún tipo de material que obstruya su capacidad de absorción.
En cualquier caso, las complicaciones por el agua en el pavimento del jardín pueden provocarnos importantes daños. En este sentido, es necesario mantener en buen estado nuestra vivienda y, al mismo tiempo, elegir un buen seguro de hogar.