Si estas buscando un revestimento para tus paredes, la piedra puede ser una gran opción.
La piedra decorativa, hoy por hoy, es uno de los materiales estrella en la decoración de interiores. Con ella, se consiguen espacios cálidos y confortables, en los que conviven tradición y modernidad. En principio, nos recuerda a los ambientes rústicos, pero con su evolución es posible crear zonas de lo más vanguardistas y sofisticadas.
Lo cierto es que se trata de un material muy resistente y duradero, y permite una personalización completa de los espacios, a través de combinaciones de texturas y formas. La podemos encontrar natural o sintética, la elección de una u otra variará, principalmente, de nuestro presupuesto, el precio de la natural es bastante más elevado, pero encontraremos acabados muy similares en ambos casos.
Haciendo uso de estos o de otros tipos de piedras naturales decorativas podemos crear ambientes mágicos en el hogar. Puedes ponerla en la entrada de tu casa, en el salón, o en las cocinas e incluso te puedes atrever a colocarlas en las paredes de un baño. Existen páneles de piedra que son de fácil instalación y que posibilitan hacer combinaciones muy interesantes, con un aire rústico pero moderno a la vez.
Algunos tipos de piedras decorativas son:
Piedra laja
Suele ser la alternativa más económica. Existe en distintos cortes, más o menos irregulares, y en diferentes tonalidades. Para que el terminado sea mejor será necesario realizar un tratamiento anti manchas a la piedra y si son oscuras será conveniente que reciban un mantenimiento a base de productos especiales o ceras para que el color luzca siempre intenso.
Mármol
Es resistente y se limpia fácilmente. Se utiliza sobre todo en baños aunque se puede colocar en cualquier lugar de la casa si así se desea. Generalmente se asimila a cierto lujo y elegancia debido a su diseño y a su precio alto.
Adoquín
Generalmente lo conocemos por su uso en calles, pero también sirve para decorar el hogar colocando pequeñas piezas de diferentes tamaños formando algún mosaico, por ejemplo, tanto en interiores como exteriores, y jugar con la gran variedad de tonos que presenta.
Pizarra
Su aspecto se asemeja a la de una montaña, con cierto aire rústico. Según la zona en la que fue obtenida la pizarra tendrá un color u otro, más anaranjada, rosada, rojiza. Las puedes colocar a modo de baldosas, placas, con formas geométricas regulares o cortes irregulares.
Piedra para exteriores
Es habitual, también, encontrar piedra decorativa en los exteriores de la casa. Las posibilidades son inmensas. Por ejemplo, colocadas en jardines sirven para diseñar ambientes muy elegantes e incluso que invitan al relax. Puedes crear caminos en tu terraza a través de piedra de diferentes tonalidades o texturas. Es recomendable que no tenga cantos muy afilados, cuanto más plana y redondeada, mejor. Añade unas flores y plantas y tendrás un espacio precioso en tu jardín.