Cuando los niños se inundan de inspiración artística, no encuentran nada mejor que plasmar sus ideas en los muros, rayando cuánto se les ocurra y al darte cuenta, casi siempre, ya es tarde.
Una de las opciones más sencillas y baratas para conseguir mantener las paredes a salvo es el uso de pintura altamente resistente al lavado. Se trata de pinturas de látex o plásticas, que permiten eliminar las manchas fácilmente porque tienen una terminación lisa y uniforme que impide que la suciedad penetre en las capas más profundas. De ésta manera, facilitan la eliminación de cualquier tipo de suciedad sin tener que frotar.
Para calcular la cantidad de pintura necesaria se ha de tener en cuenta que por cada 20 m2 se necesitan unos 4 litros de pintura. Si se pasan dos manos deberá doblarse la cantidad de producto con lo que el coste final es cercano a los 1,800 pesos.
Los especialistas coinciden en que las pinturas lavables son una buena opción tanto para el cuarto de los niños, como para el baño, el pasillo y la cocina gracias a su fácil limpieza. Dentro de los dos acabados de pinturas que existen, el satinado y el mate, es recomendable optar por el mate ya que evita los reflejos molestos y evidencia menos las imperfecciones de las paredes.
Una alternativa similar es la pintura transparente “borrable”. Quizás sea éste el producto más innovador para “sellar” las paredes y convertir determinados espacios de la casa en un gran lienzo en el que escribir o pintar todo lo que se nos ocurra.
Y el lienzo no tiene por qué ser blanco ni negro, sino que el color o el material de la pared se mantiene debajo de esta capa de pintura transparente. Son una estupenda idea para promover la creatividad.
Se puede aplicar sobre madera tratada con tapaporos, paredes pintadas no porosas, plástico, metal, aluminio, pizarra tradicional. La aplicación es sencilla con el kit que incorpora el producto, y serealiza con rodillo. Para borrar lo que se dibuja o escribe encima sólo es necesario emplear un trapo húmedo. Y no contiene sustancias perjuidiciales para la salud ni tiene olor. En 4 horas ya se puede pintar sobre la pared, que queda cubierta por una capa transparente similar a un barniz.
Para lavarlas conviene utilizar un paño suave, humedecido con jabón líquido y agua. La diferencia entre este producto y las pinturas no lavables es que estas últimas, al ser porosas, absorben con mayor facilidad las manchas. Estas pinturas son ideales no sólo para el cuarto de niños, también lo son para espacios como una oficina o sala de estudio.
Las ventajas al pintar las paredes con pintura lavable son evidentes. Podemos mantener una buena apariencia de las mismas por más tiempo sin la necesidad de repintar, por esto ahorramos dinero en materiales, y molestos movimientos de muebles para hacerlo. Sólo con unos pocos elementos comunes podemos revivir los colores y quitar las manchas adheridas a las paredes pintadas.