Cada vez se acercan más las vacaciones de verano y este mes es ideal para comenzar a planear tus días de descanso y puedas encontrar el mejor precio para tu viaje.
La temporada vacacional es época de descanso y para compartir con la familia y amigos; no obstante, la falta de planeación puede dejar huecos en los bolsillos.
A decir de los especialistas las compras anticipadas se deben realizar con 7 o hasta 8 semanas antes de la fecha estimada del viaje. Al acercarse los periodos vacacionales las ofertas escasean, ya que hay mucha demanda y la oferta empieza a ser cada vez más reducida especialmente para los destinos populares como playas y ciudades coloniales y fronterizas y las reservaciones para las estancias económicas son las primeras en agotarse. Por lo que es importante determinar el destino del viaje, el propósito del mismo y cuánto dinero piensa destinar con el mayor tiempo posible.
Es recomendable tener flexibilidad para la fecha del viaje, ya que esto te brinda la posibilidad de encontrar un precio más bajo en tus vacaciones, además de que no te amarras a días específicos que pueden elevar el costo, con esto pueden mejorar hasta en 50% las tarifas de vuelos y hasta en 60% el costo de los hospedajes, ya que generalmente si reservas de lunes a viernes el precio es menor. La reserva anticipada de boletos de avión o autobús también es clave para ahorrar.
Otra opción para economizar es la modalidad de autos compartidos, existen varias plataformas que te ayudan a encontrar gente para espacios vacíos, con un costo entre 30 y 40% más barato de lo que costaría irse en camión.
Planear unas vacaciones a veces es complicado; siguiendo esta lista de recomendaciones puede ser mucho más fácil y además optimizar su presupuesto.
Busca un hotel con WIFI en todas las áreas. A estas alturas, a nadie le gusta estar desconectado, por lo que utilizar el servicio gratuito para tener acceso a internet te puede ahorrar un monto considerable o al menos evita que gastes los megas de tu plan móvil.
Hospédate en un hotel con desayuno incluido. Cuando el presupuesto es ajustado, tener asegurada al menos una comida al día puede hacer una gran diferencia. A la hora de hacer el check-in pregunta los horarios del desayuno, seguro no querrás perdértelo.
Sorpréndete conociendo nuevos destinos. Por tradición, sabemos que hay destinos a los que todo mundo corre, la demanda es alta y los precios se elevan. Por lo tanto, si eliges un destino diferente puedes llevarte una agradable sorpresa y optimizar tu presupuesto conociendo un destino nuevo. Las ciudades coloniales y los pueblos mágicos son buenas opciones.
Aprovecha las promociones de temporada. Tanto hoteles como aerolíneas, y en algunos casos el transporte terrestre, tienen ofertas en los periodos vacacionales. Es recomendable visitar los sitios web y enterarse de sus promociones.
Pregunta por restaurantes tradicionales para comer. Los grandes restaurantes no son una buena opción y lo que más le conviene a tu bolsillo, y muchas veces a tu paladar, es visitar los lugares típicos del destino.
Ubica un hotel que esté cerca de los lugares turísticos. Para ahorrar en la renta de un carro, en taxis o en transporte en general, puedes localizar un hotel céntrico para desplazarte caminando hacia los lugares de interés de este destino o reservar en un hotel que incluya transportación gratuita hasta cierto número de kilómetros a la redonda.
Viajar por carretera y compartir auto. Si vas a hacer un viaje con la familia o los amigos, transportarse por carretera y utilizar el mismo auto es una muy buena opción para compartir gastos de gasolina y casetas, además de que al ir en auto propio el trayecto se vuelve más flexible y puedes conocer más lugares.
Busca tours grupales en el destino. Con sus excepciones, casi todos los destinos tienen paquetes para realizar recorridos grupales, mismos que suelen ser mucho más baratos que los que se hacen en forma individual o con menos personas.
Recorre el destino caminando. Muchos de los mejores atractivos de los destinos suelen estar a unos pasos de distancia, así se tiene la calma y el tiempo para apreciarlos. No hay falla en esta estrategia, no gastas en transporte y conoces más.
Programa tus actividades. Si haces un plan, es posible que puedas conocer más el destino, ahorrar tiempo y dinero.