Se dice que plantar un árbol es una actividad que no debe faltar en tu vida. Y qué mejor que hacerlo junto a tus hijos. Pasar tiempo con ellos en un tema relacionado con la naturaleza no sólo les proporcionará un momento inolvidable, sino que aprenderán y ejercitarán nuevos valores.

¿Por qué es importante?

Plantar un árbol es una excelente oportunidad de colaborar con el medio ambiente y devolverle a la naturaleza un poco de todo lo que te da. Los árboles se encargan de purificar el aire, regular la temperatura, proteger el suelo; además, son el albergue de otros seres vivos. Y por si fuera poco, te dan sombra, frutos y un agradable aroma a aire libre.

Al plantar un árbol con tus hijos, les estarás enseñando a respetar y a disfrutar la naturaleza. Harás que tomen contacto real con la vida ecológica, comprenderán la importancia de cuidar a ese ser vivo, de amarlo. Y la mejor manera para que ello ocurra es mediante la experiencia directa. Ya sea sólo poner unas semillas en la tierra o una planta pequeña, va a ser suficiente para que tomen conciencia.

¿Cómo plantarlo?

Para plantar un árbol, no necesitas tener un gran jardín, ya que con un balcón o terraza bastará. Al comprar la planta, cerciórate qué clase de árbol es y qué tamaño tendrá, para calcular correctamente en qué lugar lo plantarán. Si la raíz de la planta está dentro de una bolsa, la noche antes de colocarla en su lugar definitivo deberás echarle agua dentro, para que la tierra se compacte.

Al día siguiente, mejor durante la mañana , deberás realizar un hueco en la tierra del doble de tamaño de la bolsa y luego cortarla. Notarás que al sacarla, las raíces de la planta estarán algo enredadas. Para que esto se resuelva, realiza algunos cortes, permitiendo que las raíces se desdoblen. Ya está listo para plantarlo. Colócalo en el hueco que hicieron previamente sin dejar de vigilar que quede a no menos de cinco centímetros por debajo del nivel del suelo.

Es momento de rellenar el hoyo con tierra, pero primero debes cerciorarte de que el árbol esté recto. Los niños podrán colocar la tierra, siempre que no tenga piedras o basura. Con ayuda de una pala o simplemente con el pie, deberás compactar la tierra recién colocada. Termina el procedimiento, regando con abundante agua. De esta manera, podrás plantar un árbol en compañía de tus hijos.