La casa se encuentra ubicada la ciudad de Querétaro; el sitio con un acceso muy estrecho, en forma de embudo, desemboca en un área rectangular de 50 m x 35 m.
Las vistas posteriores dan al hoyo 18 del campo de golf y mas allá a los cerros lejanos. La forma del terreno y la topografía casi plana invitan a crear una fachada ciega y bruta hacia la calle y abierta y limpia hacia el campo de golf. El cliente, una pareja joven con dos hijos pedía por un espacio en donde exhibir su amor por la escultura y la pintura.
El programa se organiza en un contenedor, un espacio abierto, fluido y continuo que solamente es interrumpido por excavaciones o volúmenes que flotan. En planta baja las áreas públicas son divididas tan sólo por niveles o muebles que son esculturas. El medio baño es una escultura de onix que de día nos recuerda los tonos amarillos de la fachada y de noche se engrandece como una linterna dentro de la doble altura de la sala. Un librero escultórico divide el área más pública de la sala, el comedor y el acceso al búnker del cuarto de televisión y el antecomedor. Una pantalla que separa la escalera se trata a manera de mural como remate desde el antecomedor. Las excavaciones se realizan en madera de tzalam creando un contraste con el piso de mármol gala.
En planta alta, los tres volúmenes de las habitaciones se trabajan como esculturas dentro del gran contenedor. Las habitaciones se separan entre sí, enfatizando su libre percepción y filtrando la luz vertical para iluminar las pinturas.
El contenedor es forrado en piedra arenisca en bruto, se esculpe el vacío para formar las tres cajas blancas de las habitaciones que pretenden fugarse hacia el paisaje. El acceso marca el paisaje lejano, enseña el espacio continuo y al mismo tiempo invita hacia un espacio misterioso en planta sótano.
Un bunker en donde se organiza un bar y un cine. El bunker de piedra enfatiza su relación subterránea y se conecta en planta alta con un deck para convivir con el jardín y con el campo de golf. La estructura híbrida de sistema tradicional en el contenedor y de acero en las habitaciones permiten crear la sensación de pertenencia y anclaje, y al mismo tiempo de fuga y escape.
PROYECTO: Casa Alpa
ARQUITECTO/DESPACHO: Anonimous Arq. Alfonso Jiménez | Arq. Vittorio Bonetti