Esta modalidad nació en los Estados Unidos en la década de los 70 y actualmente es una de las más buscadas y practicadas en el mundo.
Lo primero que se viene a la mente al pensar en el yoga es en una sesión de posturas sencillas y transiciones lentas o quizá, lo más común, a una persona en posición de flor de loto meditando. Sí, ésas son algunas de las expresiones de esta disciplina, pero el yoga tiene mucho más que ofrecer.
Si bien se trata de una filosofía milenaria, con el paso de los años se han ido creado nuevas expresiones que tienen su origen en esta práctica, como el ‘Power Yoga’ o ‘Yoga de Poder’, que nació en los Estados Unidos en la década de los 70, con base en el ‘Ashtanga Yoga’, y que fue creado por los maestros Bryan Kest y Larry Schultz.
Se trata de una versión de gran intensidad que desafía a quienes la practican a través de posturas potentes y enérgicas que le harán sudar como cualquier otro entrenamiento de gimnasio.
El ‘Power Yoga’ es meditación en movimiento. Mientras se practican asanas (posturas) de forma dinámica y energizante, se logra tonificar el cuerpo y abrir paso a la tranquilidad mental y emocional; mejorando su equilibrio y flexibilidad. Pero, sobre todo, creando conciencia de la respiración y la concentración.
En movimiento
En el ‘Power Yoga’ la intensidad es un factor diferenciador, ya que los movimientos, transiciones y posturas son más complejos y de una duración más prolongada, en los que se trabaja la fuerza en brazos y piernas, así como la mental, a través de la concentración y el equilibrio.
Estas secuencias siguen el ritmo de los vinyasas, la sincronización del movimiento y de la respiración ‘Ujjayi’ (inspirar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por boca), para cambiar de asanas y generar calor corporal y fuerza muscular.
Beneficios de su práctica
El ‘Power Yoga’ tiene muchos beneficios, como el fortalecimiento de músculos, que hará que su cuerpo esté más fuerte. Al trabajar de manera consciente la respiración, se mejora la capacidad pulmonar y la oxigenación de la sangre.
La mente se libera de tensiones y la concentración se trabaja para hacer y mantener las posturas. Gracias a que las posturas son más complejas y de larga duración, es que se desarrolla el equilibrio y la resistencia física.
La flexibilidad también se pone a prueba, por ello, el yoga de poder es una alternativa que se puede combinar con otros ejercicios o entrenamientos, como pesas. Además, la coordinación se ve beneficiada al seguir el ritmo de las posturas que marque el maestro.