El 29 de octubre es el Día Mundial de la Psoriasis, una enfermedad que afecta al 2% de la población, y aunque suele aparecer entre los 15 y los 35 años, puede surgir a cualquier edad.
¿QUÉ ES LA PSORIASIS?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, y ocasionalmente, de las articulaciones, irritación y lesiones escamosas. Aunque pueden aparecer en cualquier parte de nuestro organismo, incluidas mucosas y uñas, esta suele hacerlo en aquellos lugares donde la piel está muy cerca del plano óseo (codos, rodillas, cuero cabelludo, región sacra etc). Puede tener una expresión muy variable: desde pequeñas placas, que pueden pasar desapercibidas, hasta lesiones que afectan a toda la superficie corporal.
Habitualmente, la psoriasis de las edades más precoces, suele ser más grave, tener peor evolución, y asociarse con mayor frecuencia a otras comorbilidades, especialmente la artritis psoriásica, que pueden padecer los pacientes de psoriasis, hasta en un 30% de los casos.
La enfermedad, no tiene cura, no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla; y un tercio de los afectados, tienen familiares directos con este padecimiento. Pero además de esta predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes.
Aunque se desconoce aun su origen, se considera una enfermedad de causa inmunitaria; la intensidad de la reacción se ve condicionada, además de factores genéticos, otros ambientales, y factores asociados, como el estrés o la obesidad. Uno de los objetivos terapéuticos principales al tratar a un paciente con psoriasis, es el de corregir estilos de vida no saludables: alcohol, tabaco y estrés; ya que pueden desencadenar la enfermedad cuando hay predisposición; igualmente, hay que reducir los factores de riesgo asociados (cardiovascular, sobrepeso, cuadro depresivo, etc).
La psoriasis no solo afecta físicamente, sino también a la calidad de vida de quien la padece. Por lo tanto, el objetivo terapéutico de un paciente con psoriasis, es el de su normalización en la sociedad: no solo su blanqueamiento cutáneo, también la recuperación de la autoestima, sus relaciones interpersonales e íntimas, etc. Gracias al nuevo enfoque integral de la psoriasis, la correcta utilización de los fármacos clásicos, y la aparición de los nuevos; la calidad de vida del paciente con psoriasis, es indistinguible, del paciente sin la enfermedad.
RECOMENDACIONES PARA UNA PIEL CON PSORIASIS
•Evitar utilizar productos agresivos para la higiene de la piel y el cabello.
•Puede ser de gran utilidad, utilizar productos con avena.
•No aplicar perfumes y colonias, directamente sobre la piel.
•Mantener una correcta higiene de las uñas, bien recortadas, para evitar erosiones en la piel e infecciones.
•Mantener la piel hidratada.
•Utilizar ropa adecuada.
•Tomar precauciones ante la exposición solar.