El verdadero día de los enamorados en China se celebra en agosto, y cuenta con una de esas hermosas leyendas sobre las que se fundamentan las tradiciones más importantes del país.
La fiesta tradicional Qi Xi, tiene su origen en la antigua leyenda que habla del amor entre un pastor y una hada. Hace muchos siglos, vivía un joven pastor llamado Niu Lang, que se enamoró de Zhi Nü, la bella hada costurera del Cielo. Al poco, los dos se casaron completamente enamorados. Pero la esposa del Emperador de Jade, la suprema divinidad del taoísmo, separó a la fuerza a la pareja, quedando el esposo y la esposa tristes a los dos lados de la Vía Láctea, mirándose sin lograr alcanzarse. Su amor fiel conmovió tanto a las urracas, que cada séptimo día del séptimo mes, miles de pájaros volaban creando un puente para que los dos enamorados se reunieran al menos ese día.
Las tradiciones a las que ha dado lugar esta historia son muchas y han ido variando a lo largo del tiempo. La mayor parte de las costumbres se centraban en las jóvenes solteras, o en las que acababan de contraer matrimonio, pero, el festival ha acabado convirtiéndose en un día especial para todos los enamorados.
De entre todas las tradiciones destacaba la costumbre de que las mujeres jóvenes mostrasen sus habilidades tallando formas diversas sobre la piel de frutas y, en especial, tejiendo y bordando, ya que esta era una forma de demostrar su valor como esposa. Se decía que la mejor forma de saber si una mujer tenía talento, era darle una aguja y hacerle enhebrar el hilo, iluminada por tan solo la luz de la luna.
En ocasiones, la demostración de su talento, no consistía más que en lanzar un alfiler a un recipiente con agua, si el alfiler flotaba en vez de hundirse, quedaba probado que la joven sería una buena tejedora y, por consiguiente, una buena esposa.
Por supuesto, también se hacían ofrendas a la ninfa tejedora Zhinü, dedicándole altares con comidas y bebidas variadas. Incluso con productos de belleza para alabar su hermosura, e intentar que la comparta con las demás jóvenes. Las mujeres solteras solían rezar a Zhinü, para conseguir un buen marido y una vida en pareja próspera y feliz. Y quienes por fin habían encontrado alguien con quien compartir su vida, aprovechaban el festival para agradecer a Zhinü su ayuda.