Las incrustaciones en tuberías, válvulas y superficies causadas por el agua dura, comúnmente se refirieren al sarro. El Agua dura, o agua con dureza alta, es agua con un alto contenido de minerales y metales, de los cuales, los carbonatos de calcio y magnesio causan la mayor parte del sarro. Debido a que la península de Yucatán está constituida por roca caliza, su agua subterránea es una de las más duras en el mundo.
¿Qué problemas causa el sarro?
Sin un tratamiento adecuado, los minerales del agua dura forman rápidamente incrustaciones en calentadores de agua, cafeteras, lavavajillas y en las superficies de baños y cocinas. En los equipos de calentamiento de agua, las capas de sarro incrementan el consumo de gas o electricidad debido a su efecto aislador. Adicionalmente, con el tiempo las acumulaciones de sarro pueden obstruir válvulas, mangueras y tubería de los equipos electrodomésticos y en los sistemas de tubería de los inmuebles. Además, la superficie de las incrustaciones aumenta el crecimiento bacteriano en circuitos hidráulicos, especialmente en circuitos de agua caliente. Es decir, el sarro incrementa, a largo plazo, costos de mantenimiento y de operación. Por otro lado, el agua dura también tiende a dejar el cabello seco y la ropa tiesa.
¿Cómo protegerse contra el sarro?
Hoy en día existen muchas soluciones, tanto ineficaces como innovadoras y revolucionarias. El sistema más conocido es el suavizador a base de intercambio iónico, el cual remueve el calcio y magnesio del agua intercambiándolos con cloruro de sodio. Por ende, los suavizadores convencionales consumen sal constantemente y contribuyen a la contaminación de los cuerpos de agua (incremento de salinidad). Estos sistemas requieren mucho espacio, mantenimiento y se tiene que suministrar sal frecuentemente.
A parte, existen soluciones basadas en magnetismo o electro-magnetismo que pretenden inhibir la formación de incrustaciones. El efecto de estos equipos es temporal, por lo tanto son soluciones para aplicaciones con recirculación del agua y para la protección de equipos específicos. Existen muchos tipos y marcas de estos equipos en el mercado pero, lamentablemente, la gran mayoría no pueden cumplir con lo que prometen.
Otra solución es la dosificación de anti-incrustantes. En el pasado la mayoría de estos productos eran a base de compuestos de fosfatos, de EDTA o NTA; sin embargo, se ha comprobado recientemente que dichos compuestos contribuyen a la eutrofización de cuerpos de agua y se ha prohibido su uso en los EE.UU. y en la unión europea. Hoy en día, se ofrecen productos ecológicos, biodegradables que protegen contra el sarro con alta eficiencia.
Por último, existe una tecnología innovadora y reconocida que trabaja por medio de un proceso catalítico que transforma los bicarbonatos de calcio y magnesio en cristales inertes, de tal manera que el calcio y magnesio ya no pueden formar incrustaciones. Estos equipos revolucionarios permiten tratar el agua dura de manera ecológica sin requerir consumo de sal, luz ni mantenimiento.