Crear un huerto hidropónico es lo más sencillo para quienes carecen de un patio o jardín pero no quieren dejar pasar la oportunidad de tener sus propios cultivos en casa.

Hidroponía, o agricultura hidropónica, es una forma de agricultura en donde se utilizan sustancias minerales especiales en vez del suelo para hacer crecer las plantas. En otras palabras, son jardines sin tierra.

Estos jardines pueden hacerse en una base para sostener las raíces hecha de fibra de coco y piedra. La sustancia mineral se agrega a diario permitiendo que las raíces se nutran de los minerales disueltos, sin necesidad de utilizar un suelo agrícola.

Los jardines hidropónicos son especiales para interiores porque utilizan poco espacio, no necesitan suelo, son fáciles de atender, y son especiales para sembrar vegetales. Además, los materiales para hacerlos son fáciles de manejar y tienen un bajo costo.

¿Qué tipo de sustrato utilizamos?

Podemos considerar tres tipos de sustrato: orgánico, inorgánico y sintético. Aunque muchas tiendas especializadas en productos de jardín nos venden los dos primeros ya preparados, otra de las ventajas de este tipo de huerto es que podemos fabricarlos nosotros con elementos que seguro tenemos en casa, o que no nos resulta difícil conseguir en la naturaleza: desde grava o piedra pómez hasta fibra de coco, aserrín o cáscaras de café. Los sintéticos, como gel o poliuretano, sí tendremos que adquirirlos.

¿Qué tipo de plantas podemos cultivar?

La variedad que admite un huerto hidropónico es muy amplia: se emplea muy a menudo para la producción masiva de lechuga, por ejemplo, pero también podemos cultivar tomate, apio, romero, perejil o fresa. Muchas plantas que nos ayudarán a mantener una dieta sana, con la satisfacción de haberlas visto crecer y desarrollarse en nuestra propia casa.

Ventajas

1. No es necesario tener un suelo rico y en buenas condiciones para tener nuestro huerto.

2. El consumo de agua es considerablemente menor, dependiendo claro del clima, esto es debido a que se utilizan sustratos que permiten una alta retención de humedad y para que siempre esté disponible para la planta.

3. En la hidroponía es posible excluirnos de los fertilizantes foliares. Estos son aquellos que se pulverizan sobre la planta, mientras está en desarrollo, en muchas ocaciones estos se rocían cuando ya tienen el fruto y son absorvidos por las hojas. Estos fertilizantes contienen hormonas o productos químicos que hacen que los frutos absorvan más agua, y con esto tengan un mayor tamaño y se desarrollen más rápido de lo normal.

4. El impacto ambiental de la hidroponía es considerablemente mucho menor. En la actualidad es necesario desforestar grandes extenciones para obtener nuevas tierras de cultivo, con la hidroponía es posible utilizar zonas áridas o desérticas e inclusive aquellas que ya se utilizaron y que perdieron su factibilidad por el desgaste del suelo y eroción por la siembra excesiva o falta de cuidados.

Es posible hacerla en las azoteas de nuestras casas o de los edificios. La utilización de materiales reciclados o de bajo impacto ambiental es posible en la hidroponía.

5. Economía. El precio final de nuestra cosecha será mucho menor si la comparamos con lo mismos productos en el supermercado, y por supuesto más frescos.

Y claro no podemos olvidar las ventajas que tendremos en nuestra salud y en nuestra dieta.