Esta particularidad sucede cada cuatro años, y sirve para corregir las 'irregularidades' que se van acumulando en el calendario.
Se llama año bisiesto al que tiene 366 días en lugar de 365, teniendo el mes de febrero 29 días en vez de 28. Cada 4 años, febrero tiene un día más. Esto se hace porque un año oficialmente no tiene 365 días, sino 365,25 días. Añadiendo un día cada 4 años, se soluciona este problema.
La inclusión de un día adicional está vinculada a la diferencia que existe entre el año calendario y el año trópico (el tiempo que le lleva al planeta Tierra realizar su órbita alrededor del sol). El año trópico se extiende por 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para solucionar este desfase, en el año 46 antes de Cristo, Julio César aprobó el calendario juliano, considerando años bisiestos aquellos divisibles entre cuatro. Más tarde, durante el papado de Gregorio XIII, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano, que incluye años bisiestos cada cuatro años, según un ciclo de 400 años.
Exactamente, la regla del calendario gregoriano, vigente en la actualidad, estipula que un año es bisiesto si es divisible entre cuatro, exceptuando los últimos años de cada siglo -divisibles entre 100-, siempre y cuando no sean divisibles entre 400. De este modo, la diferencia entre el año astronómico o solar y el calendario gregoriano, se reduce a 0,0003 días por año. Es probable, de todas formas, que el calendario tenga que reformarse de nuevo con el paso de los siglos, debido a que la velocidad de rotación de la Tierra variará con el paso del tiempo.
Los años 2016, 2020 y 2024, por ejemplo, son años bisiestos. Cabe destacar que el día adicional se añade al final de febrero. Este mes, que suele tener 28 días, pasa de esta manera a contar con 29 días. En un año bisiesto, por lo tanto, existe el 29 de febrero.
Cerca de cinco millones de personas cumplen años ese día, estas personas se enfrentan a una serie de problemas administrativos, de acuerdo a la sociedad. Las compañías de seguros, bancos y otras grandes organizaciones a menudo no reconocen el día de salto como una fecha válida, obligando a la gente a elegir el 28 de febrero o el 1 de marzo como su cumpleaños. La evolución de la tecnología ha hecho de este un problema menor, pero algunos sitios web todavía no aceptan el 29 de febrero.