Tan pronto un propietario desea vender, tiene dos opciones: encontrar a un comprador, negociar y tramitar todo el proceso por sí mismos, incluyendo el papeleo pertinente, o contratar a una agencia especializada que se encargue de canalizar todo el proceso. Luego de cerrada la venta de una propiedad, la agencia inmobiliaria percibe un porcentaje del monto total del precio final de la venta; tal comisión varía según la agencia, el acuerdo con el propietario original, el tipo de inmueble, o por lo establecido en la legislación aplicable.
Al momento de vender una propiedad, un Agente Inmobiliario debe familiarizarse con la información importante relacionada al inmueble, es decir, el año en el que fue construido, superficie, reparaciones, renovaciones, ubicación y los antecedentes del propietario. Además de ello, este profesional debe tener las cualidades de un vendedor, lo cual implica ser amigable y empático, aparte de tener destrezas para negociar, conocer sobre el procedimiento legal para ejecutar una venta y tener vocación de servicio.
Funciones principales
- Ser el intermediario entre compradores y vendedores de la propiedad.
- Recibir las ofertas de ventas de los propietarios.
- Inspeccionar y realizar el avalúo de la propiedad, para lo cual deben contactar a Peritos Valuadores de bienes raíces.
- Determinar el valor del terreno, y negociar el precio con el vendedor, utilizando ventas previas en la zona, como referencias.
- Establecer un contrato previo con los compradores, para establecer las comisiones.
- Promocionar la venta de propiedades mediante publicidad, exhibiendo casas, o interactuando con el público.
- Recibir y entrevistar a posibles compradores, para determinar el tipo de propiedad que necesitan; ya sea residencial, comercial, campestre, industrial, entre otras.
- Presentar a los compradores potenciales una lista de propiedades que se ajusten a sus necesidades, y fijar visitas programadas.
- Mostrar las propiedades en venta a compradores potenciales, y explicarles los detalles del inmueble.
- Recibir ofertas de compra, y negociar los montos con los compradores y vendedores, hasta llegar a un acuerdo con respecto del precio.
- Realizar el papeleo necesario para cerrar el trato.
- Preparar la documentación necesaria para formalizar la venta.
- Asesorar a los compradores sobre la documentación necesaria, así como todo lo relacionado con la solicitud de hipotecas o créditos inmobiliarios, además de que explicar los términos del contrato.
- Revisar el historial de créditos y pagos de los compradores potenciales, atendiendo a la legislación aplicable.
- Cumplir a cabalidad con la legislación aplicable en materia inmobiliaria, y notificar a los compradores sobre cualquier eventualidad que haya incidido sobre la propiedad.