Electricidad, medios de transporte de masas o grandes edificios: a finales del siglo XIX, París inició un camino hacia la modernidad que ya no tendría vuelta atrás.

La Belle Époque fue el nombre que se dio a un periodo de expansión del desarrollo, mejora de las condiciones de vida y creciente integración de la economía internacional.

Este periodo fue el que transcurrió entre 1871, tras la guerra franco-prusiana y 1914, el inicio de la Primera Guerra Mundial. Ese periodo se vio como un momento de paz en Europa, aunque realmente no fue tal, ya que existían conflictos a causa del imperialismo colonial.

Durante la Belle Époque hubo un avance significativo de la industrialización. Gran Bretaña fue la primera potencia en hacerlo. Llegó también a diversos países, casi todos ellos europeos. En Japón y EUA, llegó mucho tiempo después. También hubo avances en el ámbito democrático. En el plano político, aunque implantándose de forma lenta, destaca el sufragio universal, primero masculino y posteriormente femenino. La Belle Époque también se reflejó en otros campos de la actividad humana. Destaca la existencia de las Exposiciones Universales, como la de París de 1900, los primeros Juegos Olímpicos modernos de Atenas en 1896, la expansión del ocio y de los deportes, como el ciclismo o el fútbol.

Este período de poco más de treinta años también es una expresión que se relaciona con un estado de ánimo, que se manifiesta en algún momento en la vida de un país. En la llamada Belle Époque, París fue el epicentro del mundo, la capital del mundo civilizado y del progreso. El francés era un signo de refinamiento. La ciudad de la luz con sus cafés-conciertos, ballets, operetas, librerías, teatros, bulevares y talleres de alta costura, fue el centro de la cultura mundial. En la Belle Époque hubo varios cambios en el mundo del arte en Europa, permitiendo a los teatros, cines y exposiciones de pinturas, entrar en la vida cotidiana de las personas, dando lugar a la aparición de la cultura de la diversión.

Esta cultura de la burguesía obtuvo estatus social a través de los cabarets, como: ‘Folies Bergere’, el ‘Chat Noir’ y ‘Moulin Rouge,’ donde era posible encontrar la fusión de elementos de la cultura aristocrática con elementos de las clases menos favorecidas. Los parques y los cines, se convirtieron en entretenimiento de masas, porque la entrada era barata, y estas diversiones causaron una momentánea separación de la realidad cotidiana de las personas.

El 28 de diciembre de 1895, la película fue mostrada por primera vez por los hermanos Lumière en París. Muchos artistas e intelectuales vivían en París, sobre todo en Montmartre. Este barrio de las artes, entre otros, contó con la presencia de Modigliani, Picasso, Renoir, Toulouse-Lautrec.