A todos nos gusta llegar a un lugar y sentir que da la bienvenida, pero pocas veces sabemos qué elemento o accesorio ha contribuido más a hacernos sentir bien recibidos.

El recibidor es uno de los lugares de la casa que más retos presenta a la hora de decorarlo. Es lo primero que ven las visitas cuando llegan y puede decir mucho de lo que se encontraran después. Si cuentas con espacio para diseñar una entrada especial y con personalidad puedes tomar estas ideas para hacerlo con un estilo rústico encantador.

La idea es decorar este recibidor rústico de una manera muy bonita y estética, sin olvidarse de la funcionalidad de este lugar, pues es importante que se deje espacio para poder colgar los abrigos o los complementos, con algún mueble si se cuenta con suficiente espacio para ello.

La primera idea para el recibidor rústico consiste en colocar un banco de madera. Puedes usarlo para sentarte cuando te estés colocando el calzando antes de salir de casa, dejando espacio del mueble para colocarlos, o en unas cestas de mimbre, por ejemplo.

Si tienes espacio suficiente para poner un mueble de madera sigue siendo apuesta segura. También los de forja son ideales para estos ambientes rústicos. Puedes optar por una mesa con cajones y un espejo.

Si has puesto algún banco o una silla o sillón puedes añadirle unos cojines con telas naturales como el algodón, el ratán o el lino. Así mismo, quedan muy bien las alfombras. Puedes optar por tonos neutros, muy apropiados para estos entornos rústicos y también puedes añadir ligeros toques de color para dar un poco de alegría al espacio.

Las plantas son muy favorecedoras para este espacio rústico. Una forma de introducirlas podría ser utilizando damajuanas, esos recipientes de cristal de gran tamaño que puedes colocar en el suelo y donde puedes poner unas flores silvestres que den un aire campestre a tu recibidor. Puedes poner una grande o varias de diferentes tamaños creando una decorativa composición.

Muchas veces el toque distintivo de cualquier decoración llega a través de un pequeño detalle, una pieza única que acapara todas las miradas y que, aunque parece haber llegado de manera casual, mantiene esa intención de aportar toda la personalidad al ambiente.

En el caso de los recibidores rústicos, estos elementos decorativos cobran vital importancia. Puedes incluir unas flores, cajas de madera, cestos de mimbre, un baúl, unas ramas secas o unos sombreros de paja estratégicamente colgados.