Hay muchas formas en las que podemos colaborar, y una de ellas es aplicar lo que la entidad Greenpeace dio en llamar la “ley de las 3R”, que designa las tareas fundamentales para la conservación y protección de nuestro entorno en la reducción, la reutilización y el reciclaje.
Reducir significa generar la menor cantidad posible de desechos y residuos, en lo que nos sea posible. En las actividades cotidianas, esto significa que en lugar de comprar una botella de agua plástica cada vez que vamos al gimnasio, carguemos con una botellita que podamos rellenar nosotros mismos, sin generar desperdicio. Significa también comprar la carne de la carnicería y no en bandejitas, adquirir los envases económicos de limpiadores y alimentos para rellenar los que tenemos en casa, llevar la comida al trabajo en trastes que podamos reutilizar en lugar de bolsas o papeles, tomar duchas en lugar de baños de inmersión, apagar las luces cuando no estamos en la habitación, y no dejar en standbay la tele, los equipos de música y otros electrodomésticos, podemos usar bolsas ecológicas o mochilas para cargar las compras (en lugar de bolsas plásticas) y todo lo que se te pueda ocurrir.
Esta tarea se refiere a la noción de que no sólo debemos evitar generar basura, sino que también debemos ser conscientes de que para su elaboración se requiere el uso de recursos que podemos evitar (como el petróleo y sus derivados) o bien dirigir hacia otras acciones (aguas, energías y demás).
Reutilizar esta bastante relacionado con la actividad anterior. Se refiere a volver a usar la mayor cantidad posible de objetos y elementos para reducir la generación de residuos y utilizar la menor cantidad posible de recursos, en especial en la fabricación de elementos nuevos.
Algunas formas de reutilizar en el hogar son las tareas de artesanías y manualidades, en las que damos un nuevo uso a elementos que, de otra forma, hubiesen ido a dar a la basura. Entre estas tareas, por ejemplo, podemos usar el papel de diario para envolver regalos, reutilizar los moños y las envolturas, donar la ropa y los juguetes o elementos que ya no utilicemos para que alguien más los aproveche, usar las hojas impresas para imprimir o escribir en el dorso, aprovechando el papel, y también comprar limpiadores y alimentos en botellas de vidrio en lugar de plástico, que pueden ser reutilizadas con múltiples propósitos. Las manualidades y la creatividad son la herramienta principal en esta tarea.
Reciclar es, simplemente, hacer un nuevo producto con materiales viejos. Aunque las tareas de reciclaje resultan mejores cuando son realizadas en una planta o centro especializado (por una cuestión de volúmenes de producción, efectivizando el consumo de recursos), también podemos llevar a cabo algunas acciones en casa, como reciclando papel en papel artesanal. Pero la herramienta más poderosa que tenemos es la de separar nuestros residuos en:
Hay ciudades en las que funciona la recolección de residuos inteligente, pero en otras aún no. Por eso, es importante hacer esta separación y dejar, por ejemplo, las botellas y los montones de papel al alcance de cartoneros y recolectores que se encargan de recorrer las calles en su búsqueda, para llevarlo luego a un tercero o a las plantas recicladoras. De esta manera, estarás haciéndole un bien a tu planeta y a tu prójimo.