Mantener la casa ordenada y limpia a veces puede complicarse, sobre todo si tiene hijos pequeños o si está muy ocupada.
Entrar a casa, después de un duro día de trabajo, para (re)descubrir la ropa que sacó de la lavadora y nunca llegó a doblar, aquellas revistas que no llevó a reciclar y que se amontonan junto a la cama.
Y nota cómo su ansiedad y frustración van subiendo a la vez que su energía para hacerle frente a este aluvión de tareas, disminuye hasta desaparecer.
Integre estas normas a su rutina diaria y evite que el desorden invada su hogar. Puede costar un poco lograrlo, pero una vez que convierta estas normas en una rutina, las hace de forma automática.
La regla de los 2 minutos. Expertos recomiendan realizar, en el mismo momento en que aparecen, aquellas actividades que pueden ser completadas en menos de dos minutos. Terminando la tarea y dejando su mente y su tiempo libre para otras de mayor importancia.
La regla de los 5 minutos. Esta regla recomienda que piense ‘voy a enfocarme a esto solo 5 minutos’. Esta idea, en principio inofensiva, activará en su mente un mecanismo que le ayudará a seguir trabajando en este asunto hasta resolverlo por completo.
La regla de 1 por 1. Si su problema es el desorden debido a la acumulación innecesaria, imprímele esta regla y péguela en todos los rincones de su casa, susceptibles de convertirse en un depósito: uno que entra por uno que sale. Es decir, que la próxima vez que quiera comprarse una nueva camiseta, hágalo pensando en que otra de ellas tendrá que salir de su armario. Y esto puede adaptarlo a todas las estancias de su casa.
La regla de 365 días. ¿Qué hacer con los montones de cosas que ya tiene? Elimine de su vida todo aquello que hace más de un año no usa. Tome una bolsa grande y revise su hogar buscando todo aquello que no le haya sido útil durante los últimos 365 días y recíclelo, dónalo o tírelo. Sin contemplaciones.
La regla de las 5 superficies. La encimera y el fregadero de la cocina, la mesa en la que come, la repisa del baño y la mesa de centro de la sala. Estas son las cinco superficies a las que los expertos del orden recomiendan dedicar algunos minutos cada noche para dejar limpias y despejadas antes de ir a dormir.
La regla de un solo toque. De todas las reglas, esta es la más difícil de integrar a nuestro día a día, pero, sin duda, es la más efectiva. Consiste en tocar solo una vez las cosas y no dejarlas hasta que estén en su sitio, como si tuvieran un pegamento que impida soltarlas hasta que no se haya hecho cargo de ellas.