En un restaurante futurista de Shanghái, un pequeño robot avanza hasta la mesa, levanta la tapa de plexiglás mostrando un plato de cangrejos y dice con voz mecánica: ‘¡Buen provecho!’.
En este restaurante, llamado: Robot.He, los autómatas han sustituido a los camareros.
Se trata de un proyecto del gigante chino del comercio por internet Alibaba, para modernizar los servicios en China, un país donde la inteligencia artificial y la robótica, están cada vez más integradas en el comercio.
La compañía quiere aumentar la eficacia del servicio y reducir los costes laborales en su cadena de restaurantes Robot. He, donde robots del tamaño de un microondas, ruedan para llevar los platos a los clientes.
En Shanghái, un camarero cuesta hasta 10.000 yuanes mensuales (1.250 euros, 1.460 dólares). Esto supone cientos de miles de yuanes al año. Y se necesitan dos equipos de camareros, según Cao Haitao, jefe de producto en Alibaba, que ideó el robot-camarero. En cambio no se necesitan dos equipos de robots, y están operativos cada día.
Los restaurantes Robot.He, dependen de la cadena de supermercados semiautomatizados Hema, también propiedad de Alibaba, donde los clientes llenan sus cestas con una aplicación móvil y reciben sus compras en caja, gracias a una cinta transportadora o directamente en sus casas.
Los 57 supermercados Hema repartidos en 13 ciudades chinas, tendrán todos en el futuro, su restaurante Robot.He.
Según los expertos, el concepto es sobre todo una manera de presentar una nueva tecnología, y no tanto un nuevo modelo de negocio, en un país donde el coste del trabajo es bastante débil.
Los restaurantes son también un símbolo del uso desmesurado de las nuevas tecnologías en China, decidida en convertirse en líder de la inteligencia artificial.
Los pagos con teléfono móvil son muy frecuentes, y sectores enteros del comercio de proximidad, desde farmacias hasta librerías, han dejado de tener cajas.
Alto costo
El gran rival de Alibaba, JD.com, también tiene previsto abrir antes de 2020, mil restaurantes con platos preparados y servidos por robots. Y al igual que Amazon en Estados Unidos, JD.com y otras empresas chinas, se plantean entregar pedidos con drones.
Todas esas innovaciones podrían permitir limitar los costes en un momento en el que el comercio en línea empieza a estancarse en China, tras años de fuerte crecimiento.
Antes, todo el mundo buscaba una expansión rápida. Pero el crecimiento terminó, y todo el mundo se centra en mejorar su funcionamiento, según Jason Ding, experto del comercio chino en Bain & Company.
Se trata de reducir los costes y mejorar el servicio. Esas tecnologías que recurren a las máquinas automatizadas, bien utilizadas, pueden contribuir a ello.
En Robot.He, los clientes reservan su mesa y piden sus platos en una aplicación. Y el gusto por la novedad, provoca largas fila de espera ante el restaurante.
Ma Yiwen, de 33 años, ha acudido con una decena de compañeros de trabajo.
A todos les gusta comer y han ido en su descanso para probar un buen almuerzo cerca de la oficina. La idea de un robot que sirve comida en la mesa es muy innovadora, y querían verlo por ellos mismos.
Pero, aunque los robots permiten ahorrar en personal, no lo sustituirán, considera Wang Hesheng, profesor de robótica en la universidad Jiaotong en Shanghái, ya que el coste de esos robots sigue siendo demasiado alto para que su uso se generalice.
A no ser que el coste de la mano de obra continúe creciendo, si el coste del trabajo sigue aumentando, los robots lo compensarán.