El microestado es una de las naciones más antiguas y más pequeñas del mundo. Con un poco más de 60 kilómetros cuadrados, los atractivos de un rincón fantástico del planeta.
La Serenísima República de San Marino, es el Estado soberano más antiguo del mundo. La historia borró las fronteras de Venecia y Milán, pero mantuvo a San Marino en el tiempo, incrustado en la Italia moderna, ubicado a más de 10 kilómetros de la costa adriática y a 150 kilómetros al este de Florencia. No pertenece a la Unión Europea, pero sigue utilizando el euro, y sus habitantes se comunican en italiano.
Este microestado parece ser solo un pequeño puntito, casi imperceptible en el mapamundi, pero su historia y su geografía, lo convierten en un destino único digno de conocer.
San Marino se considera la república más antigua que aún sobrevive, al haber sido fundada el 3 de septiembre de 301 dC. según la tradición, por el constructor San Marino, un cristiano que huía de las persecuciones imperiales. Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por su layout medieval y tres increíbles fortalezas que son testigos del paso del tiempo. Es que en Monte Titano hay tres picos, y en cada uno se erige una fortaleza: la primera se llama Rocca o Guaita, y es quizás la más reconocible; la segunda, Cesta o Fratta y la tercera Montale.
Los visitantes que arriben a San Marino podrán viajar en el tiempo gracias a su histórica estructura, con conventos que datan del siglo XIV, el Teatro Titano del siglo XVIII, y su increíble basílica, erigida en el siglo XIX. Su obra maestra: el majestuoso Palazzo Pubblico.