El origen del Día de los Santos Inocentes, no es propiamente el de la broma.
Se da en conmemoración de la matanza de cientos de niños menores de dos años en la región de Judea, por orden del rey Herodes, quien buscaba la muerte de Jesús, según la Iglesia Católica.
Esa institución se basa en el evangelio de Mateo, en el que se cuenta que Herodes decidió esto, tras escuchar a unos magos venidos de Oriente. Ellos le anunciaron el nacimiento del que sería el rey de los judíos, y por ende su reinado estaría en peligro. El propósito era acabar con ese Mesías que amenazaba con arrebatarle el trono. Una matanza que, según las escrituras, tuvo lugar el 28 de diciembre. Una fecha en la que, desde entonces, la Iglesia Católica conmemora con la festividad de ‘Los ‘Santos Inocentes’.
Como puede apreciarse con el propio nombre, ‘Los Santos Inocentes’, son los niños pequeños que murieron sin motivo alguno, de la mano de Herodes. Una decisión tan cruel como sus ansias de poder, que lo incluyó como uno de los reyes más sanguinarios de la historia.
Fue en la Edad Media cuando la celebración cambió. El día se combinó con un rito llamado ‘La Fiesta de los Locos’, donde todo estaba permitido y nadie era culpable de nada.
Cabe destacar, que la tradición popular, ha ido adecuando este día, a los tiempos que corren. En la actualidad, el ‘Día de los Santos Inocentes’ es un sinónimo de bromas y chascarrillos, que se celebra en América Latina y en España.
No todos los países celebran el ‘Día de los Santos Inocentes’ durante el mes de diciembre. En muchos lugares del mundo, esta fiesta tiene lugar el día 1 de abril, y se conoce con diferentes nombres: en Canadá como ‘Poisson d’avril’, Portugal y Brasil lo llaman el ‘Dia da Mentira’, en Italia se conoce como ‘Pesce d’aprile’ y en Austria, Suiza y Alemania como ‘Erster April’. Si hablamos de Australia, Reino Unido y Estados Unidos; la denominación correcta es el ‘Fool’s Day’.
En México, se suelen hacer bromas o pedir prestado a los incautos, rematando con la frase: ‘Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar’, pues jamás se regresará lo prestado.