El icono del cuentagotas de los editores de imágenes, permite hacer click en una imagen y nos devuelve el color exacto de la zona escogida. Scribble sigue el mismo concepto pero llevándolo al mundo real y en un gadget que podemos llevar en el bolsillo.
¿Alguna vez has pensado que los colores disponibles en cualquier caja de lápices o rotuladores son muy limitados? Si dedicas gran parte de tu tiempo al mundo del diseño o del dibujo, es probable que te hayas visto en más de una ocasión en la situación de no encontrar el tono adecuado entre la pequeña variedad de opciones disponibles. Con el fin resolver esto llega Scribble, un bolígrafo que te permitirá utilizar cualquier color de tinta existente en el mundo.
El funcionamiento del bolígrafo es sencillo: el bolígrafo está equipado con un sensor de color RGB de 16 bits en el extremo, se encarga de registrar el color que estamos señalando. Ese dato RGB va a la otra punta donde una mezcladora captura la tinta del centro para crear el tono que hemos elegido para que posteriormente podamos pintar con él.
Su procesador ARM Cortex9 es capaz de procesar el color para no sólo guardarlo en memoria, estando disponible para smartphones y tablets a través de Bluetooth 4.0, sino también combinar unos cartuchos recargables de 5 tintas (cian, magenta, amarillo, negro e incluso blanco) para poder pintar con dicho color.
La aplicación es compatible con Android, iOS y Windows Phone y el bolígrafo dispone de una memoria de 1GB para almacenar hasta 100.000 colores diferentes, con los detalles necesarios para poder buscarlos con facilidad. Se recarga por microUSB pero no hay datos de autonomía.
Hay dos versiones de Scribble, Ink permite pintar en la realidad, mientras que Stylus no cuenta con los cartuchos de tinta, sino con una punta conductiva, por lo que sirve para pintar en pantallas. El primero mide 162mm de largo con diámetro de 15mm, pesa 39 gramos. El segundo 160mm, 12,5 mm y 34 gramos. En ambos casos están disponibles en 6 colores: negro, blanco, plata, magenta, naranja y azul.