Asegura la educación de tus hijos con la ayuda de un seguro escolar.
La cultura del ahorro en nuestro país no es muy usual, planear para el futuro, tener algo ahorrado de protección etc., son temas que no son hablados en familia.
Sin embargo asegurar la educación de tus hijos es el legado más importante que les vas a dejar, es su patrimonio, por eso es bueno estar prevenido desde un inicio para que así, si sucede alguna eventualidad que pueda afectar a tu familia económicamente, no se ponga en riesgo la educación de tus hijos.
La universidad privada varía en precio según las características de cada escuela y de la especialización que se elija. Sin embargo, es importante considerar que los costos relacionados con los estudios universitarios usualmente representan un egreso importante en finanzas familiares.
Por ello no está de más asegurar la educación de tus hijos para que así tu economía no sufra.
Los seguros educacionales garantizan la entrega del dinero al menor asegurado, esto gracias a que las compañías aseguradoras están comprometidas a pagar el monto del seguro hasta que el menor alcance la edad límite establecida en la póliza, una vez cumplido este plazo, el seguro deja de ser recibido por el beneficiario.
¿Cuál es la utilidad de un seguro educativo?
Los seguros educativos tienen la función de proteger y ahorrar para los estudios universitarios de un menor.
Algunas de las prerrogativas que brindan este tipo de seguros, son:
• Permite acumular una cantidad de dinero adecuada para cubrir los gastos universitarios de un menor.
• Si la persona que contrató el seguro llega a fallecer, el beneficiario recibirá la cantidad estipulada en la póliza para cubrir sus estudios.
• Si el contratante pierde su empleo o sufre algún percance y queda inválido, el seguro garantiza que el menor recibirá el apoyo económico hasta concluir sus estudios.
Un seguro educativo puede contratarse en tres modalidades diferentes: moneda nacional, dólares o UDIS (Unidades de Inversión); de igual forma, la indemnización puede ser recibida en un sólo pago o por medio de un fideicomiso que pagará de manera periódica las colegiaturas y la manutención del menor asegurado. Todo esto se llevará a cabo durante el tiempo que el capital permanezca invertido.