El SlamBall es el resultado de una mezcla de rugby, hockey y baloncesto, pero con camas elásticas, lo que da una gran espectacularidad a los partidos. Se juega con cuatro camas elásticas frente a cada canasta. La rapidez y agilidad que se necesita para este juego, lo convierte en uno de los deportes con mayor contacto físico que existe.
La intención es hacer que el balón pase por el aro, pero las maneras de hacerlo difieren, pues si bien lo más espectacular es una clavada impulsándose por lo alto gracias a los trampolines, también se puede anotar como en el baloncesto.
Un partido de SlamBall consta de dos equipos de cuatro jugadores cada uno, que se enfrentan en el campo de juego. Uno de ellos tiene el papel de Handler, que se encarga de organizar el juego, otro es el Stopper, una especie de portero cuya función es evitar que el balón entre en la canasta y se coloca justo en la cama elástica que hay bajo el aro, y dos cañoneros o Gunners que son quienes tienen que meter el balón en la canasta contraria.
El SlamBall comenzó en Los Ángeles. Concretamente en un almacén donde se improvisó un campo de juego con piezas de desecho. La idea era plasmar el espíritu de los videojuegos en un deporte real, en el que los jugadores pudieran saltar mucho más allá de los que sus piernas les permitían de forma natural, uniendo algunos elementos del basket, la gimnasia y hasta el hockey.
Las puntuaciones se suman en tiros de dos y tiros de tres. Los tiros de dos, van desde dentro del área, sin que el jugador tenga contacto con el aro. Los tiros de tres, son los que desde fuera del área y los mates. Este sistema de puntuación, hace que los equipos busquen continuamente puntuar mediante mates, haciendo del juego un espectáculo sin precedentes.