La casa deslizante cuenta con paredes móviles y un techo que se puede deslizar hacia atrás para revelar una estructura de vidrio y acero.
La Sliding House, o casa deslizante, es una vivienda unifamiliar diseñada por el equipo de arquitectos de dRMM, el cual consiste en un encargo privado en el que el cliente actuaría como autoconstructor del mismo.
Esta casa tiene una estructura deslizante de paredes y techo que se puede mover para cubrir y descubrir las diferentes partes de la vivienda principal.
El elemento móvil, de 28 metros de largo y 50 toneladas de peso, se desplaza mediante unos pequeños motores solares sobre rieles ocultos en el suelo (ampliables para proteger por ejemplo una futura piscina) para encajar sobre las tres partes del edificio: vivienda, anexo para invitados y garaje, generando unas cambiantes zonas exteriores entre ellas y alterando las vistas, la luz y la sensación de encierro en el interior de la casa.
El proceso de desplegado de los módulos no dura más de seis minutos y permite varias combinaciones. La movilidad de la casa indudablemente fue concebida para, además de adaptarse funcionalmente a las diferentes exigencias del dueño durante su estancia, aprovechar al máximo la luz natural y sus beneficios energéticos durante el transcurso de todo el año.
Cada edificio tiene un acabado diferente: goma roja y vidrio para la vivienda, madera de alerce pintada en rojo para el garaje y en negro para el anexo de invitados.
Debido a las restrictivas condiciones del plan local para el desarrollo rural y el aprecio por parte del arquitecto y su cliente por los edificios tradicionales de las granjas, se buscaron unas formas similares a las de los clásicos graneros.
La Sliding House consigue ser absolutamente moderna aunque utiliza formas, volúmenes y tipologías totalmente tradicionales, desde la cubierta a dos aguas, hasta una zona de invernadero, o la disposición de pequeños volúmenes más o menos dispersos que se únen o no gracias al sistema deslizante, generando infinidad de espacios, esquinas, patios, terrazas descubiertas, etc.
Esta casa también ofrece realidades radicalmente variables: la extensión de la vivienda, la luz solar y el aislamiento. Se trata de la capacidad de variar la composición general del edificio y su carácter en función de la estación, el clima, o un deseo de cambiar mediante control remoto al gusto de cada uno.