Conoce cuáles son las mejoras y evita que este cambio sea contraproducente.
Con la sobre-oferta de viviendas y las facilidades que ofrecen las SOFOLES (entidades financieras que te ofrecen crédito para vivienda), muchos ciudadanos están adquiriendo una casa.
Pero, si al contratar tu crédito lo hiciste sin informarte previamente y firmaste un contrato poco favorable para ti –a tasa variable, en UDIs o a más de 20 años— una sobrogación o cambio de hipoteca es una excelente opción.
Pero ¿cual es la diferencia entre una subrogación y un cambio de hipoteca?
Subrogación: Es una operación prevista por la Ley de Transparencia y Fomento a la Competencia en el Crédito Garantizado que promueve que el acreditado (persona que adquirió el crédito) pueda cambiar su crédito hipotecario de una entidad financiera a otra, para así reducir la deuda o contraer un plan de crédito más conveniente (cambiando el tipo de interés y/o el plazo), pero no permite ampliar capital.
Cambio de hipoteca: Esta permite todas las posibilidades que queramos: cambio de interés, plazo, comisiones, capital. Básicamente, porque consiste en que el nuevo banco nos abre una hipoteca nueva. Y con ese dinero cancelamos la anterior. Esto tiene las ventajas de poder hacer lo que queramos, sin embargo también conlleva más gastos de gestión: los papeleos de tramitar la cancelación de la hipoteca anterior y abrir la nueva (más impuestos, por ejemplo).
La diferencia fundamental es esta: una subrogación cuesta mucho menos (por eso algunas entidades se hacen cargo de los gastos) pero no permite ampliación de capital.
Los trámites de un cambio de hipoteca, cuestan aproximadamente el triple de los de una subrogación. Todo, claro, dependiendo de las condiciones concretas de cada hipoteca: comisión por cancelación o por subrogación, el importe que falte por pagar, el que se vaya a firmar con la nueva…
Las cuestiones financieras siempre serán difíciles de entender y la explicación que nos ofrezca el ejecutivo del banco puede dejarnos en las mismas o más confundidos aún. Considera lo siguiente cuando decidas cambiar tu crédito:
• Si la SOFOL con la que tienes contratado tu crédito te ha brindado buen servicio y atención personalizada, ¿vale la pena cambiar a un proveedor del que desconoces la calidad de su servicio?
• ¿Qué tanto estarás ahorrando al año? ¿Vale la pena hacer un cambio si el ahorro anual será de unos 2 mil pesos?
• Haz una comparación de los servicios adicionales que te ofrecen las entidades financieras. Cada una te ofrecerá ventajas similares y diferentes y será cuestión de decidir.
• Si tienes derecho a un crédito con Infonavit, Fovissste, etc., asegúrate que existe la opción de hacer modificaciones a tu plan de crédito si lo crees conveniente.
• Considera los gastos reales de escrituración y demás que se generen con el cambio del crédito hipotecario. La entidad financiera debe ofrecerte un desglose de gastos real.
• Si cambias de hipoteca por otra peor, no podrás apelar a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros pues las tablas de amortización son claras y señalan cuanto pagas intereses y de capital.
Si lo consideras como opción, aún cuando una entidad financiera te ofrece el panorama más atractivo, dedica algo de tiempo a investigar los pros y los contras. Pero recuerda, no sacrifiques servicio y estabilidad por una promesa.