La compra de un inmueble, cualquiera que sea, siempre será una decisión difícil que debe ser bien analizada por todos los compromisos que representa.
Llegado el momento de ir por la casa soñada, o lo más parecido, se debe decidir si se emprenderá su búsqueda por cuenta propia, o se contratará un agente inmobiliario para ser asesorados.
Habrá que considerar que la compra de la vivienda puede ser la única que se realizará en la vida, por ello una asesoría de agentes inmobiliarios puede ser de mucha ayuda. Hay que tomar en cuenta lo siguiente al momento de la búsqueda:
Existen algunos documentos legales que se deben conocer y revisar junto con un especialista en bienes raíces, los cuales se describirán de manera general, habrá que tomar en cuenta que cada caso es diferente:
Identificación oficial y acta de matrimonio, si es el caso, del vendedor. Esto ayudará a identificar en la escritura notarial, si el que vende es el dueño de la vivienda, o si es una copropiedad.
Título de propiedad o escritura notarial inscrita en el Registro Público de la Propiedad del lugar de ubicación del inmueble, la cual deberá contar con lo siguiente (considerar que existen leyes y reglamentos que rigen la función registral en cada entidad federativa):
Información sobre las dimensiones del terreno. Metros cuadrados construidos y ubicación exacta.
Nombre del propietario. La única persona autorizada para vender la propiedad, es el mismo que aparece como dueño en las escrituras.
El régimen bajo el cual se adquirió la propiedad. Este punto es vital, si el dueño está o estuvo casado bajo el régimen de sociedad conyugal, es fundamental contar con el consentimiento del cónyuge para la venta.
Adeudos, si bien el notario verificará posibles gravámenes o problemas de litigios de la propiedad, es importante indagar si existen algunos adeudos como:
Después de corroborar la información anterior, es momento de firmar un compromiso de compra. Con este acuerdo queda por escrito el precio acordado de la venta, el objeto de compra y el consentimiento del propietario y el comprador. Además el vendedor deberá retirar la propiedad del mercado y congelar el precio acordado.