El diseño en las oficinas cambia al ritmo que cambian las empresas y, con ello, las necesidades de los trabajadores.
Las empresas son muy conscientes de la importancia que tiene crear un buen ambiente laboral a la hora de mejorar el rendimiento de los trabajadores. Por supuesto, la decoración del espacio tiene mucho que ver con esto. Por eso, cada cierto tiempo es importante que los empresarios hagan cambios en las oficinas para mejorar las condiciones de los empleados. En estos casos, lo mejor es estar al día de las tendencias del momento, ya que éstas están muy relacionadas con las necesidades actuales en el mundo laboral.
La creación de espacios abiertos
Sigue estando de moda crear oficinas abiertas, lo que significa deshacerse de las paredes y potenciar al máximo la amplitud visual. De este modo, se consigue aumentar la productividad y la creatividad. Además, es positivo para potenciar la creatividad. Sin embargo, en muchas oficinas se seguirán utilizando algunos elementos para separar los ambientes. En este sentido, las mamparas de cristal, que dejan pasar la luz y no interfieren demasiado en la percepción del espacio, serán las auténticas protagonistas. Otros, en cambio, apostarán por otros métodos para dividir ambientes, como el uso de diferentes colores o materiales.
La creación de espacios para trabajo en equipo
Ya sea que se trate de una oficina abierta o dividida por paredes, es muy importante que cuente con un espacio para trabajo en equipo. Las grandes mesas de trabajo con distintos asientos serán muy comunes en las oficinas. Asimismo, está de moda tener espacios de ocio, en los que se pueden encontrar mesas de billar o mesas de ping-pong.
El uso del estilo industrial
A la hora de decorar una oficina es importante pensar en el estilo que va a predominar en el espacio. Hoy en día el minimalismo sigue siendo una de las opciones más escogidas, aunque este año lo que de verdad se lleva, son los espacios de trabajo de estilo industrial, un tipo de decoración basada en los lofts que surgieron en Nueva York en la década de los 50. En este tipo de espacios, predominan los colores neutros y oscuros, especialmente los grises y marrones; los elementos estructurales a la vista (paredes de ladrillo, cables, tubos de fontanería, vigas); las piezas de mobiliario de aspecto desgastado y preferiblemente de madera oscura; y los detalles metálicos.
El uso de los elementos naturales
Otra tendencia, es el uso de elementos naturales en los espacios de trabajo. Así que es una gran idea incluir en el espacio, colores que representen la naturaleza, como los verdes, los azules y los tonos tierra, además tener en cuenta, que estos colores favorecen la concentración. Claro que también es importante colocar plantas y flores, para aromatizar el espacio, y darle un toque de color y alegría.