Un buen hábito que deberíamos adoptar —no solo en estos tiempos de pandemia, sino siempre— es realizar una limpieza a fondo del hogar. Ésta, como ya sabes, es una de las recomendaciones para evitar la propagación del coronavirus y prevenir cualquier enfermedad respiratoria.
Liberar espacio
Parecería obvio, pero antes de limpiar cualquier espacio de nuestro hogar es importante hacer una depuración y deshacernos de aquello que no utilizamos. Una buena opción es donar o vender los artículos, así como tirarlos a la basura si ya no están en condiciones de uso.
Elegir los artículos de limpieza adecuados
Antes de comprar cualquier jabón, desinfectante o aerosol, es esencial conocer sus propiedades, su función y qué materiales se pueden limpiar con ellos. Existen mezclas que resultan tóxicas como el amoniaco y lejía. Asimismo, es importante lavar las esponjas, trapos y demás suministros de limpieza con agua caliente, jabón y un poco de cloro una vez que los utilizas, ya que estos pueden guardar gérmenes.
Desinfectar los baños y la cocina
Los dos son espacios que requieren limpieza profunda ya que en ellos se concentra el mayor número de bacterias.
En el caso de los baños, es recomendable utilizar guantes para el lavabo, la ducha y las cortinas al menos una vez a la semana. Además, es importante lavar las toallas para bañarte y secarte las manos frecuentemente, ya que estas albergan bacterias también.
La cocina es igual de importante ya que ahí preparamos alimentos , por lo que lavar los trastos cada vez que los utilicemos y tirar los residuos de comida separándolos en orgánicos e inorgánicos, es esencial para evitar, inclusive, plagas de insectos. Igualmente, se recomienda limpiar y depurar las alacenas, estantes, cajones y el refrigerador para evitar el polvo o alimentos en mal estado.
Limpiar el suelo y las alfombras
Las alfombras son una cuna de gérmenes si no las limpias constantemente, por lo que se recomienda aspirarlas mínimo una vez a la semana.
También el suelo de la cocina y el baño debe ser barrido y trapeado al menos dos veces por semana. En el caso de la cocina, es siempre que sea necesario, por los trozos de comida que pueden quedar tirados.
Limpiar objetos y dispositivos que más tocamos
Los gérmenes y bacterias pueden sobrevivir en la superficie de objetos como apagadores, electrodomésticos, laptops, tabletas, controles, celulares, etc. Por ello, es necesario limpiarlos con un paño húmedo, un poco de vinagre o una solución desinfectante.
No olvides las ventanas
De nada sirve limpiar toda la casa si no quitamos la suciedad las ventanas (cristales y marcos) por dentro y por fuera en la medida que sea posible. En caso de no hacerlo, al abrirlas entrará aire, pero también polvo y bacterias. Se puede utilizar agua y jabón o incluso, amoniaco.
Lavar los sofás y toda la ropa de tu hogar
Uno de los objetos que más gérmenes acumula es el sofá, ya que por él pasan personas, mascotas y objetos. Si tiene funda, hay que lavarla al menos cada dos semanas ; si es de piel, puedes utilizar productos especiales para tapicería.
Además, conviene lavar todos los textiles del hogar como cortinas, ropa de cama, fundas de almohada o toallas del baño con agua caliente en la lavadora, para evitar la acumulación de bacterias.