Aunque no es necesario que tengas las especias ordenadas por orden alfabético, ¿no sería un sueño saber que el orégano siempre está entre la albahaca y la canela?
La despensa es una de las zonas más importantes de una cocina. En ella se guardan la mayoría de los alimentos que se utilizan para la elaboración de muchas comidas y no necesitan refrigeración, pero sí un lugar fresco, seco y ventilado. Por lo general, suelen ser productos envasados.
El almacenaje abierto es una gran solución para tus reservas de comida, te permite saber con rapidez de qué dispones y es de fácil acceso a la hora de cocinar. Pero si vas a tener estanterías a la vista, te damos un par de consejos para que tus alimentos también decoren.
1.- Saca y limpia. Lo primero que vas a hacer es sacar todos los productos de la despensa de la cocina a un lugar específico y proceder a limpiarla. Si deseas desinfectarla, utiliza un poco de bicarbonato de sodio, aunque esto también depende del material de tu despensa. También es posible que en algunos casos sea necesario pintar los muebles de la cocina para que quede como nueva; puedes cambiarle de color para darle un estilo más moderno.
2.- Selecciona. Ahora debes seleccionar los productos. Pon las latas de un lado, las cajas en otro; planifica qué utilizas más seguido para ponerlo al frente de la despensa. Evita, por ejemplo, que ingredientes como la harina o el arroz estén en sus bolsas porque es más fácil que puedan derramar su contenido. Lo mejor en esos casos son los frascos de vidrio, aunque también puedes conseguir envases de plástico muy bonitos. Intenta marcar los frascos para que no tengas inconvenientes en tu receta: por su color y tu distracción, podrías confundir el azúcar con la sal.
3- Todo tiene su sitio. Ser ordenado, aquí, es esencial. Antes de decidir qué pieza va en dónde, haz pruebas. Muévelas de su lugar y compara. Sólo así darás con el sitio exacto para cada pieza y conjunto. Si te ayuda, no dudes en sacar alguna foto de las piezas cuando las tengas colocadas. Muchas veces, a través de ellas, se perciben con mayor claridad las posibilidades de mejora.
4- Almacena los alimentos fuera de sus paquetes. Este es uno de los aspectos más útiles de todos y que más realzarán las posibilidades estéticas de tu cocina. Saca de sus cajas y embalajes alimentos como cereales, legumbres, azúcar, sal, café y viértelos en otro tipo de contenedores: tarros de cristal, latas, botes decorativos. ¡Hay mil opciones!
5- Cestas y cajas, ¡el auxilio perfecto! Siempre habrá un momento en que por falta de tiempo o ganas ¡no los cumplas! Cuando esto te pase recurre siempre a cestos o cajas grandes que puedes colocar en las zonas más altas o más bajas de las estanterías y esconde en ellos lo que no quieres que se vea hasta el momento en que puedas volver a organizarlo.