Trolltunga, el mirador más hermoso de Noruega para muchos; la caminata más desafiante de Europa, para otros.
El Trolltunga o ‘Lengua del Troll’ se encuentra ‘flotando’ a 700 metros sobre el lago Ringedalsvatnet, en Skjeggedal, la vista desde esta cima es simplemente impresionante. Las montañas que rodean el acantilado alcanzan alturas de hasta 1.500 metros, y algunas de las cimas de las colinas tienen llanuras que se intercalan con lagos. Los parches de nieve están presentes en algunas áreas, incluso en los meses de verano.
‘La Lengua del Troll’ está disponible para los excursionistas desde aproximadamente mediados de junio a mediados de septiembre. Se encuentra a 17 kilómetros del centro de la ciudad de Odda, Hordaland, un condado en el oeste de Noruega. La ciudad de Bergen, la segunda más grande de Noruega, se encuentra a unos 190 kilómetros del sitio, a través de las carreteras principales.
El acantilado se formó durante la era glacial, hace unos 10.000 años, cuando los bordes del glaciar llegaron al acantilado. El agua se congeló en las grietas de la montaña y, finalmente, rompió los grandes bloques angulares.
Llegar hasta este mirador natural requiere de tiempo y buena preparación física, ya que hay que caminar durante al menos cuatro horas, atravesando montañas en un ascenso de aproximadamente 900 metros. Esta ruta es posible realizarla, dependiendo de la meteorología y de la nieve acumulada en las montañas.
La ruta para llegar hasta este imponente mirador es un trayecto de 11 km, marcado por un relieve heterogéneo de clima variante, cascadas, y una flora muy singular que agrega belleza al paisaje.
Desde el departamento de Turismo noruego se advierte de la necesidad de planificar bien el recorrido y de ir preparado con botas, ropa extra de abrigo, mapa, brújula, comida y bebida ya que no existe cobertura móvil a lo largo de la ruta y todas las actividades se realizan bajo la responsabilidad del excursionista.
Este lugar, aunque ofrece las mejores vistas de la zona, debe visitarse con precaución pues podría llegar a ser mortal; como el caso de una joven australiana que perdió la vida allí tratando de tomar un selfie.