Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Nueva York se renueva poco a poco, y muestra de ello es la nueva entrada o acceso a visitantes.
El Empire State Building, diseñado originalmente por la firma de arquitectura Shreve, Lamb y Harmon en 1931, se eleva a 1.454 pies sobre Manhattan. Famoso por sus vistas del observatorio, la torre se ha convertido en un símbolo de Nueva York.
Como parte de la primera fase de un extenso proyecto de reconstrucción, el Empire State Building, tiene una entrada renovada. Subir al observatorio a contemplar el skyline neoyorquino pasa por disfrutar de esta nueva recepción, inspirada en la propia construcción y arquitectura del edificio.
Creada por un equipo de arquitectos y diseñadores, la renovación tenía como objetivo transformar la experiencia del visitante a este rascacielos Art Déco y su historia. La entrada de la calle 34 ha mejorado ahora el flujo de los cientos de visitantes que recibe a diario y que disfrutan desde la base del edificio de un lobby, en el que la tecnología está muy presente. El proyecto es el primero en una reconstrucción de varias partes de la torre, que se completará a fines de 2019.
La entrada de la calle 34 fue renovada para un mejor flujo, y para exhibir un espacio de lobby impulsado por la tecnología.