‘Hueso’, así se llama un restaurante de lujo de Guadalajara, que se caracteriza por su decoración, y es obra del arquitecto mexicano Ignacio Cadena.
Este lugar sorprende desde la fachada hasta su esqueleto, resultado de la renovación de una vieja construcción bajo una visión Darwiniana. El edificio que alberga a ‘Hueso’, data de la década de los años 40, pero ha sido modificado en su exterior, por baldosas de cerámica y patrones en forma de zig zag, que pretenden asimilarse a un patrón de costura.
Ubicado sobre la calle de Efrain González Luna, número 2061, en la colonia Lafayette, la cual ha resurgido en los últimos años como uno de los puntos con más hotspots en temas de diseño, moda y gastronomía, dentro de la perla tapatía, ‘Hueso’ abrió sus puertas tan sólo un par de meses atrás, como un concept restaurant que constantemente renueva su carta, siguiendo las delicias de temporada, para ofrecer a través del mínimo detalle, una nueva experiencia a los comensales que lo frecuentan.
A cargo de la configuración de la arquitectura e interiores de ‘Hueso’, estuvo Cadena + Asociados, quienes remodelaron toda la construcción incorporando elementos y detalles decorativos que hacen literalmente alusión al nombre del lugar, como los más de 10 000 huesos que dan la bienvenida a los visitantes, y como si se tratara también, de un estudio donde se discuten hipótesis sobre las especies animales.
Inspirados en esta visión Darwiniana, los muros interiores están repletos de arriba abajo con una colección entre huesos de animales y plantas, montados sobre diversas capas de madera y entrelazados con utensilios de cocina y otros objetos que fueron intervenidos, por artistas visuales urbanos.
Ignacio Cadena, arquitecto líder del proyecto, se ocupó de cada uno de los detalles, desde concepto, hasta iluminación y diseño de mobiliario, para tejer a través de cada uno de estos elementos las historias y las sensaciones que se pueden experimentar aquí.
Tomando en cuenta los huesos de tiburón, oso, venado, jabalíes y muchos otros animales acomodados en la pared, es verdad que se trata de un ‘espacio único’.
Además de los huesos, una de las características más sorprendentes de ‘Hueso’ es la mesa de madera para 54 personas colocada frente a la cocina abierta. El dueño de este peculiar restaurante lugar, explica que él quería que diferentes grupos de comensales se sentasen uno junto al otro para animarlos a hablar y compartir entre ellos. Esta disposición intransigente de asientos, también demuestra que sus clientes son igual de importantes, sin importar su fama o estatus social.
En el lobby del restaurante se colocó un hueso que pende en la puerta principal, de tal forma que se convierte en el único motivo de la esencia del lugar, es decir, deja el ‘plato fuerte’ arquitectónico para después. Así, cuando el comensal se adentra al salón principal se encontrará con una decoración totalmente hecha de hueso.
La adrenalina que se vive en el corazón del lugar, queda expuesta, ya que la cocina se encuentra abierta, separada únicamente de las mesas por la barra.
Aunque puede parecer escalofriante, la tonalidad que se ha utilizado crea una atmósfera amable y lleno de confort, además de que la misma elección del color da gran luminosidad al interior.
Finalmente, pese a que la decoración de este lugar de lujo está compuesta por más de 10 mil piezas, no todas se tratan de huesos reales.